“¿Qué hacemos con Artur Mas?”, se preguntaron un día los dirigentes del PDeCAT. Expulsado de la presidencia de la Generalitat por orden de la CUP e inhabilitado para ser candidato por haber organizado la consulta del 9N, el todavía líder de la nueva Convergència necesitaba un cometido. Y el partido se lo dio. Pero quien paga es la Generalitat.

Esa confusión entre partido e institución ha dado lugar a que el Gobierno autonómico pague los viajes del expresidente de la Generalitat. Dicho de otra manera, existe una consejería, la dedicada a Asuntos Exteriores, responsable de la diplomacia catalana. Y también un presidente, Carles Puigdemont, que representa a Cataluña en los viajes institucionales. Pero Artur Mas, oficialmente, ya no forma parte de ese Ejecutivo.

"El caso catalán"

Sin embargo, el Departamento de Presidencia ha pagado 8.055,53 euros por los viajes que hizo a Gran Bretaña y Estados Unidos para pronunciar sendas conferencias sobre el caso catalán en Oxford y Harvard. Así lo admite la titular de esta consejería, Neus Munté, en respuesta a una pregunta parlamentaria formulada por el diputado socialista Ferran Pedret a la que ha tenido acceso Crónica Global.

“¿Cuál es el criterio del Departamento de Presidencia en relación al apoyo y cobertura de los actos de los expresidentes? ¿Asumirá la administración de la Generalitat algún tipo de gasto en relación con este viaje?”, preguntó el socialista.

Programa Eugeni Xammar

En su respuesta, la consejera Munté explica que, efectivamente, el Departamento de Presidencia, “del cual dependen las oficinas de los expresidentes de la Generalitat, ha asumido unos gastos de 8.055,53 euros (pendientes de cierre) por este viaje” de Artur Mas.

El expresidente, añade, “estuvo acompañado en los dos viajes por el director del Programa Eugeni Xammar, (Joan Maria Piqué, exjefe de prensa de Mas recolocado en este cargo) quien facilitó toda la información de todas las actividades del viaje a la Dirección General de Comunicación del Govern, de la que dependen orgánicamente”.

“Esta dirección —añade— decidió, en función de los criterios informativos de cada acontecimiento, qué información publicitaba a través de los canales oficiales del Govern y cuál se consideraba que había de ser difundida, si  es preciso, a través de los canales de la Oficina del President”.