“Cuando fallece el tesorero de CDC Carlos Torrens, en 2005, el presidente del Palau [de la Música], Fèlix Millet, cambia de estrategia y delega en su mano derecha, Jordi Montull, los contubernios con la fundación Trias Fargas y con Convergència. Millet se entendía con Torrens; Montull es el principal interlocutor con el nuevo tesorero, Daniel Osácar. Fue un cambio de ciclo, pero la dinámica fue idéntica y flagrante”.
El fiscal del caso Palau, Emilio Sánchez Ulled, ha efectuado esta afirmación como prólogo de su lapidario discurso acusatorio frente al tribunal contra Daniel Osácar.
“Llega el dinero de Ferrovial al Palau. La base imponible (sin el IVA) sale en efectivo y a través de facturas a manos de Torrens y de Osácar (a partir del 2006), menos la comisión del 4% o 5% que se quedan Millet (80%) y Montull (20%)”.
Las empresa utilizadas por CDC y por su tesorero para ingresar el dinero procedentes de las mordidas son, entre otras, Altraforma, Hispart, Newsletter y Letter Graphic. Esta empresa cobró más de un millón de euros del Palau en efectivo. Sánchez Ulled lo ha explicado sin disimular su estupefacción.
Ese es el resumen que ha aportado Sánchez Ulled antes de entrar en detalle y ante una sala que le ha escuchado con un silencio sepulcral.
Donaciones que eran mordidas
Ferrovial trató de vestir sus millonarias aportaciones al Palau de la Música como supuestas donaciones para el mecenazgo o patrocinio de conciertos o ciclos musicales. “Hubo patrocinios, sí, —dice el fiscal—, pero el grueso del dinero se maquillaba de forma que era canalizado a los bolsillos de Millet y Montull y para llenar las arcas de CDC. De nuevo, los mecanismos de control financiero del Palau fueron lamentables y permitió a sus dirigentes hacer y deshacer a su libre albedrío para robar dinero de la institución”. Según anticorrupción, Osácar fue el verdadero cerebro de esa trama.
Respecto a la declaración de Daniel Osácar, Sánchez Ulled ha manifestado con explícita indignación que éste mintió.
Cuando Osácar declaró ante el tribunal que la fundación convergente Trias Fargas patrocinaba el Palau para que en las fiestas mayores no sonasen sevillanas sino sardanas, “no sólo mintió sino que es un ejemplo palmario de problema étnico mental”.
Regalito a Camps
Sánchez Ulled le ha mandado un regalito al exdiputado de CDC Jaume Camps Camps, que “no está aquí sentado en el banquillo de los acusados porque el delito ha prescrito, no porque no se lo merezca”, ha dicho el fiscal con una manifiesta indignación.
Según la agenda de Millet, Camps aparece junto a él en numerosas reuniones con Ferrovial y con Torrens. Según Sánchez Ulled, Camps intercedió para favorecer una concesión de autopistas de 35 años a Autema (participada por Ferrovial). Eso se maquinó, según la fiscalía, en presencia también del exgerente del partido Germà Gordó.