Sociedad Civil Catalana (SCC) ha enviado una carta al Síndic de Greuges, Rafael Ribó, en la que le pide la dimisión por asegurar, en una conferencia, que le daría vergüenza formar parte de esta plataforma contraria a la independencia de Cataluña.
La carta enviada al Síndic hace referencia a la sesión celebrada ayer en el Colegio de Abogados de Barcelona con el título "Retrocesos en materia de derechos humanos: libertad de expresión de cargos electos y separación de poderes en el Reino de España", donde según SCC, Ribó "afirmó públicamente que le daría vergüenza formar parte de Societdad Civil Catalana". A juicio de esta entidad, "se trata de una afirmación inaudita si tenemos en cuenta que esta entidad recibió en 2014 el Premio Ciudadano Europeo, por haber mostrado, según informó la propia Eurocámara, 'un compromiso excepcional en promover la comprensión mutua, una mayor integración entre ciudadanos, promover la cooperación transfronteriza o expresar los valores de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea'”.
Descalificaciones "inaceptables"
En la misiva, SCC considera "inaceptable" que "un Síndic de las personas' descalifique de este modo a una entidad de la sociedad civil. Y más aún si esta descalificación, como es el caso, se enmarca en un contexto de sumisión de la institución que usted representa a unas administraciones absolutamente capturadas por el separatismo. Recientemente, por poner un ejemplo realmente alarmante, ha elaborado un informe, con el título de su intervención en el Colegio de la Abogacía de Barcelona, que SCC ha denunciado en la Comisión de Calidad Democrática, contra la Corrupción y de Reformas Institucionales y Legales del Congreso de los Diputados".
Ese informe, añade SCC, "ha sido claramente elaborado para defender a diferentes cargos electos independentistas que han desatendido requerimientos de Juntas Electorales, han roto en público sentencias judiciales y hasta han desobedecido diversas resoluciones del Tribunal Constitucional".
Un Defensor del Pueblo, añaden, "no puede faltar al respeto a los ciudadanos, ni a las entidades que los agrupan, y tampoco puede dedicar su tiempo a preparar documentos para proteger a los poderes públicos cuyas actuaciones ha de vigilar. Ante la gravedad de estos comportamientos y como presidente de la entidad a la que usted ha ofendido abiertamente, y además en un foro especialmente simbólico, le exijo su renuncia inmediata. Si quiere trabajar por la causa separatista, hágalo abiertamente pero no secuestre a una institución que es de todos los catalanes, entre los que también contamos los que apostamos decididamente por la convivencia con el resto de españoles".