Mariano Rajoy respalda al fiscal anticorrupción, Manuel Moix, envuelto en una grave crisis por sus actuaciones en los últimos escándalos. El presidente lo ha definido hoy en la sesión de control del Congreso como un profesional que actúa con "total independencia".
De esta forma respondía a los ataques de la oposición, especialmente el PSOE y Podemos, quienes le echan en cara que está rodeado por la corrupción.
"Está acorralado"
Así, el portavoz socialista, Antonio Hernando, le ha acusado de estar "acorralado" por los casos que afectan a su partido, mientras que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha señalado que promueve una moción de censura porque el PP está "parasitando las instituciones del Estado".
El caso Lezo y la actuación, ente otros, del fiscal anticorrupción o el secretario de Estado de Seguridad --con su supuesto "chivatazo" a Ignacio González por esta investigación-- han centrado buena parte de esta sesión de control en la que el presidente del Gobierno ha recibido, por ser el primero en contestar, los primeros ataques.
Casi impasible ha permanecido Rajoy cuando Antonio Hernando le ha dicho que su actitud ante la corrupción generaba "irritación y vergüenza" y le ha pedido el cese del ministro de Justicia, del fiscal general del Estado y del secretario de Estado de Seguridad.
Problemas del PSOE
El presidente ha respondido al portavoz socialista sugiriendo que recurría a esta estrategia ofensiva ante el "problema interno" --la situación del PSOE en pleno proceso de primarias-- que así se lo aconseja, pero le ha advertido de que no pensaba entrar en el juego ni citar otros casos de corrupción que han afectado a los socialistas, porque no tendría tiempo suficiente para comentarlos.
Después, el jefe del Ejecutivo se ha limitado a defender la actuación del Gobierno contra la corrupción, y ha recalcado que lo que está haciendo el Ejecutivo es mejorar los controles y apoyar a quienes tienen que perseguir este delito.
Cómplices
"Ustedes no son vistos como luchadores contra la corrupción, sino como cómplices", ha advertido por el contrario Hernando a Rajoy.
Y ha lamentado el portavoz socialista el "daño" que está haciendo a España tener un presidente "a merced de los tribunales por los casos de corrupción".
Además, ha advertido a Rajoy de que es tal el "aluvión" de corruptos que "ya no cuela" la teoría del "canalla que traiciona su confianza", recordando así el momento en que Rajoy admitió haberse equivocado con Luis Bárcenas.
El presidente ha hecho oídos sordos a todas las acusaciones de Hernando y ha insistido en su respuesta en defender la actuación de su Gobierno y subrayar que ahora se castiga la corrupción, cuando antes eso no ocurría, además de recalcar su apoyo a quienes investigan estos casos.
Un apoyo que ha concretado en mayor medida en la defensa de Manuel Moix. "Creo que está funcionando muy bien la fiscalía anticorrupción, usted debería alegrarse", le ha dicho Rajoy a Iglesias, además de insistir en que este órgano está cumpliendo con su función y ha sido reconocido por el consejo fiscal por ello.
El caso del ministro Bermejo
Pablo Iglesias, por su parte, ha recordado el episodio de 2009, cuando se supo que el entonces ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, coincidió con el juez Baltasar Garzón en una cacería.
Iglesias ha recordado que Rajoy definió entonces aquel encuentro como un "atentado a la calidad democrática" y "motivo suficiente" para la dimisión del ministro, que finalmente se produjo.
"Tenía usted razón", le ha dicho Iglesias a Rajoy, para recordar después las grabaciones de la Guardia Civil en las que Ignacio González admite su deseo de que Moix sea nombrado fiscal anticorrupción.
Tras referirse también al supuesto "chivatazo" a Ignacio González del secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, Iglesias ha señalado que todas estas razones motivan la moción de censura que impulsa su partido. Porque el PP, ha concluido, está "parasitando" las instituciones.