Marine Le Pen ha lavado la cara del partido de ultraderecha que durante años lideró su padre, el Frente Nacional, para convertirlo en la cara amable de un movimiento que no ha parado de crecer hasta el punto de ser el partido más votado en Francia. El pasado 23 de abril logró su gran triunfo al pasar a la segunda vuelta de las presidenciales galas. Este domingo, busca ganarlas.
Le Pen ha conseguido que su formación logre una gran adhesión, un electorado fiel que le perdona incluso acusaciones de financiación ilegal de su movimiento por los que ya ha sido sancionada en el Parlamento Europeo. Aun así, no ha podido evitar generar cierto rechazo en otra parta de la sociedad.
Francia para los franceses
A pesar de eso, el objetivo del Frente Nacional sigue siendo que Francia sea “para los franceses”. Le Pen busca convocar un referéndum para cambiar la Constitución y así poder dar “prioridad nacional” a los galos por encima de los extranjeros a nivel laboral, de vivienda y de prestaciones sociales. Entre sus anhelos también están los de convocar un referéndum para dejar la Unión Europea y restringir la inmigración, así como prohibir los símbolos religiosos, incluyendo el pañuelo musulmán para la cabeza.
Marine Le Pen, de 48 años, ha crecido electoralmente en cada votación local y europea de los últimos seis años. Su padre, exparacaidista militar y negacionista del Holocausto, se conformaba con tener el voto de protesta, pero su hija quiere llegar al poder y a un cargo político.
Por ello, con una controlada y estudiada imagen, ha caminado siempre por una delgada línea entre la crítica al sistema y el hecho de intentar formar parte de él. El clan Le Pen siempre ha compartido páginas en los periódicos. Toda la familia vivía unida en una mansión de hace dos siglos en las afueras de París, incluso cuando las tres hijas habían pasado los 30 años de edad.
Distanciamiento con su padre
Le Pen ha querido lavar la cara del partido alejándolo de la imagen racista, prepotente y antisemita que tenía en el pasado y esto chocó con las intenciones de su padre, que se sintió excluido.
En 2015, en un intento de remontada, repitió que el Holocausto no había existido nunca, hecho que le costó una sentencia por discurso de odio y por poner en duda crímenes contra la humanidad. Fue entonces cuando su hija le expulsó del partido. Él la desheredó públicamente y desde entonces no han cruzado palabra.
Perfil de los votantes
El apoyo al FN es más frecuente entre hombres que entre mujeres, y más entre personas sin título universitario que con él. Así lo asegura el centro de investigación Pew Research Center que constata que la mayoría de los votantes del partido piensan que los musulmanes no quieren integrarse en la sociedad francesa.
Además, también señalan que los inmigrantes quintan el trabajo y los beneficios sociales a los franceses, así como el hecho de que contribuyan al aumento de atentados terroristas en el país.
Por otro lado, también apunta que la mayoría de partidarios de Le Pen son contrarios a la globalización y piensan que ha sido una mala para Francia.
El voto en blanco de Mélenchon
Dos tercios de los insumisos de Jean-Luc Mélenchon (Francia Insumisa), votarán en blanco o se abstendrán en esta segunda vuelta de las presidenciales francesas. Sólo un 35% de los simpatizantes del líder de la izquierda radical dirigirá su voto al centrista Emmanuel Macron. Lo recogía de esta manera una consulta realizada en internet durante la última semana, en la que estaban llamados a participar los 450.000 miembros de Francia Insumisa, la plataforma electoral que lidera Mélenchon.
El candidato socialista obtuvo el 19,64% de los votos en la primera vuelta, mientras que Le Pen logró el 21,3%. Una encuesta de Harris Interactive sugiere que los votantes que se declararon favorables a Francia Insumisa que en la segunda vuelta votarían por Le Pen es una minoría: un 52% de sus partidarios se decantarían por apoyar a Macron, un 36% se abstendría y sólo un 12% votaría por la ultraderecha.
Sin embargo, otra encuesta también de Harris Interactive sugiere que un 47% de los votantes de François Fillon (Les Republicains), el candidato de la derecha, harán caso a su líder y votarán a Macron pero un elevado 23% preferiría a Le Pen por su contundencia en temas como seguridad.