Demoscopia al servicio del proceso independentista. Los grupos de la oposición han reaccionado con indignación ante la decisión del Govern de preguntar a los catalanes sobre la importancia de cumplir la ley en un futuro sondeo del Centro de Estudios de Opinión (CEO), organismo dependiente de la Generalitat. Para PSC, PP y Ciudadanos, la encuesta no es inocua, pues se produce en pleno pulso secesionista contra las leyes y la Constitución española. Asimismo, todavía colea la polémica sobre las amenazas del diputado de Junts pel Sí, Lluís Llach, a los funcionarios que incumplan con las leyes de desconexión.
Fuentes del Govern han explicado a Crónica Global que “los sondeos de la Generalitat sirven para valorar la posición social sobre determinados asuntos, pero no predeterminan la opinión del Gobierno catalán”.
PSC: "Una rebaja de la calidad democrática"
En opinión de la portavoz del PSC, Eva Granados, “aunque es una encuesta de valores dirigida a jóvenes, ya no es el hecho, sino el uso. Estamos ante un Gobierno que se salta la ley, que anuncia un día y otro que va a seguir haciéndolo. Al insistir en este tema rebaja la calidad democrática relativizando algo tan trascendente como la ley y el estado de derecho”.
Pregunta sobre la independencia de Cataluña en la última oleada del CEO / CG
En efecto, tanto la pregunta sobre el cumplimiento de la ley como la referente a un posible alistamiento al Ejército en caso de necesidad, fueron encargadas al CEO por la Dirección General de Juventud de la Generalitat. Así de las 1.900 personas a las que irá dirigida la encuesta, 1.100 son jóvenes de 16 a 29 años y el resto, 800 personas de 30 años o más.
El CEO asegura que no es la primera vez que se pregunta sobre el cumplimiento de las leyes y sobre el Ejército, pues un sondeo de 2011 ya contenía esos planteamientos.
PP: "Un Govern irresponsable que divide a la sociedad catalana"
El secretario general del PP catalán y portavoz adjunto en el Parlament, Santi Rodríguez, sugiere al Govern que “tenga la valentía de usar el CEO para preguntar si los catalanes quieren tener un organismo de encuestas pagado por todos que pregunta tonterías y obviedades”.
Añade que “más allá del uso partidista evidente de las instituciones públicas por parte de los independentistas, que a estas alturas se ponga sobre la mesa si se debe cumplir o no la ley demuestra el grado de irresponsabilidad de unos dirigentes que no dudan lo más mínimo en seguir creando confrontación y división en la sociedad catalana”.
El dirigente popular advierte de que “jugar a la confrontación social se les volverá en contra, la gente no es tonta y el Govern está jugando con fuego”.
Ciudadanos: "Una pregunta delirante y peligrosa"
Según la diputada de Ciudadanos, Sonia Sierra, “el CEO se va sacando de la manga preguntas. ¿Se refiere a las leyes españolas, autonómicas o municipales? Y si los encuestados dicen que cumplir la ley no es importante, ¿dejaremos de pagar impuestos?”. Sierra considera “delirante” y “peligrosa” esa encuesta, así como “irresponsable”. A su juicio, “en lugar de preguntar cosas pertinentes, como por ejemplo por el trilingüismo en las escuelas, formulan este tipo de preguntas improcedentes”.
Los siete años que han transcurrido desde que Convergència asumió el gobierno de la Generalitat hasta hoy tienen un denominador común: un mismo director, Jordi Argelaguet, y una polémica gestión con sonoros fracasos y críticas al sesgo ideológico de los muestreos.
Argelaguet, exmilitante del Moviment de Defensa de la Terra (MDT) y de ERC, fue nombrado director del CEO por Artur Mas en 2011 en sustitución de Gabriel Colomé. Este organismo, que hasta entonces había dependido de la Consejería de Economía, pasó a formar parte del departamento de Presidencia. A pesar de la duplicidad que supone tener un CEO y un Instituto de Estadística de Cataluña (7,1 millones de euros anuales), el presupuesto manejado por Argelaguet apenas se ha visto afectado por los recortes, hasta alcanzar los 1,4 millones de euros actuales.
Fracasos y sesgo ideológico
La nueva gestión demoscópica de la Generalitat debutó con un sonoro fracaso que se saldó con un amago de dimisión de su director. Días antes de que se celebraran las elecciones catalanas de 2012, el CIS catalán auguró la mayoría absoluta de Mas, algo que, como se sabe, no ocurrió y obligó a CiU a pactar con ERC.
A partir de ahí, los sondeos del CEO se ajustaron a la nueva hoja de ruta secesionista de Artur Mas, con preguntas sobre el voto en una consulta secesionista cuando todavía no estaba claro que se celebrara el 9N, sobre la independencia de Cataluña o, más recientemente, sobre la necesidad de celebrar un referéndum.
Estudio de Sociedad Civil Catalana sobre voto independentista / CG
En paralelo, entidades como Sociedad Civil Catalana (SCC) o Convivencia Cívica Catalana cuestionaban el sesgo ideológico de la población entrevistada pues, en algunos casos, los votantes de CiU y ERC estaban sobrerepresentados en detrimento de los del PP o Ciudadanos. En otros, era la procedencia geográfica la que se decantaba en el muestreo a favor de comarcas como Osona o Berguedà –con mayor arraigo secesionista—mientras que zonas con mayor población como el Baix Llobregat o el Barcelonès no tenían una representación proporcional.
Un reciente estudio de SCC desmontaba el efecto Rufián al demostrar con datos extraídos de los barómetros de la Generalitat que no existe transversalidad en el procés, pues éste no ha cuajado entre los castellanohablantes, pero sí ha radicalizado a quienes tienen el catalán como lengua propia.
Pese a esos truquillos proindepes, el no a la independencia ha ido ganando peso en las encuestas del CEO. La última vaticina una ventaja de cuatro puntos respecto al sí, además de la pérdida de la mayoría absoluta de Junts pel Sí y la CUP. Lo que hasta ahora no se atrevido a hacer el CIS catalán es separar el voto de ERC del de PDECat.