Los empresarios catalanes echan un pulso al Gobierno independentista.
El presidente de Empresaris de Catalunya, José Bou, ha advertido a la Generalitat de que la mayoría de plataformas empresariales catalanas se negará a dar los datos fiscales y de la seguridad social de sus trabajadores a la Hacienda propia, si finalmente se crea.
Bou, además, ha amenazado con que más del 60% de los integrantes de Empresaris de Catalunya, que representa a 400 compañías catalanas contrarias al separatismo, estaría dispuesto a deslocalizar sus compañías e irse de la comunidad autónoma.
Sin temor a represalias
“No se quedará de brazos cruzados”, ha dicho Bou, tras registrar un documento en la sede del Defensor del Pueblo pidiendo el amparo de la institución. En este sentido, ha recordado que, desde 2012, hay un saldo negativo de las empresas en Cataluña: han salido más de las que han entrado.
Bou ha aclarado que los empresarios hoy no temen las represalias del Govern. Otra cuestión sería que la Administración catalana comenzara a actuar por su cuenta. “Entonces empezaríamos a tener cierto temor”, ha reconocido.
Confianza en la justicia
Pero ahora, la puesta en marcha de la Agencia Tributaria catalana, una de las llamadas estructuras de Estado, dejaría “como residual o inexistente” la Hacienda española: “Y no nos podemos imaginar a un empresario de Vic o Girona con dos recibos a pagar, uno de la Administración catalana y otro, del Estado”.
“Eso es algo que no puede ocurrir, es ciencia ficción, crea una inseguridad jurídica y perjudica el crecimiento económico y el empleo”, ha declarado Bou. Por ello, confía plenamente en el Estado, en el Poder Judicial y en el Gobierno de la nación, y quiere entender “que la ley se va a aplicar en la medida y con la ponderación necesaria”.
El "ridículo espantoso" de Puigdemont
De no ser así, lo que puede ocurrir en Cataluña es que “la democracia quede deshecha”, ha vaticinado.
Finalmente, ha criticado los movimientos del presidente catalán, Carles Puigdemont. Ha hecho un “ridículo espantoso” dando vueltas por el mundo “y preocupando a los empresarios”. “No ha hecho otra cosa” que pedir apoyo para la desconexión, y los patronos catalanes tienen “un mercado de 40 millones de consumidores” que no pueden perder “de ninguna de las maneras”.