Reunión de urgencia en Palau. El presidente Carles Puigdemont convocó ayer por la tarde de forma discreta a los principales dirigentes de PDECat, ERC y CUP para hacerles un llamamiento a la unidad tras el enfrentamiento protagonizado esta mañana entre la consejera de Presidencia, Neus Munté, y la secretaria general de los republicanos, Marta Rovira.
Munté había desautorizado a la dirigente de ERC por haber aireado algunos detalles sobre la organización del referéndum. En concreto, la portavoz del Govern ha rechazado la propuesta de la republicana de recurrir a los parados para organizar la consulta.
Tres de la CUP
La cumbre, celebrada en la Casa dels Canonges, reunió, además de a Puigdemont, al líder de ERC y vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras; a Marta Rovira; al presidente del grupo parlamentario de JxSí, Jordi Turull (PDECat); al consejero de Exteriores, Raül Romeva; a los miembros de la CUP Anna Gabriel, Mireia Boya y Quim Arrufat, así como a la presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell.
A lo largo de dos horas, Puigdemont llamó al orden a los convocados y expresó la necesidad de visualizar la unidad de los independentistas en la recta final del procés, que se presume difícil. De ahí la necesidad de que no se haga ostentación de las divergencias entre los partidos que dan apoyo al referéndum secesionista.
También las responsabilidades
Esas divergencias, además de la ostensible desautorización de ayer, alcanzan a iniciativas como las de la CUP de formular hipotéticas preguntas de la consulta y también pasan por el reparto de eventuales responsabilidades legales por la convocatoria y por cada uno de los pasos hacia el referéndum susceptibles de ser castigados por la Justicia.
Tras el cónclave, los asistentes declinaron hacer declaraciones.