O Junqueras o Arrimadas. Cataluña afrontará a corto o medio plazo unas elecciones que, según las encuestas de intención de voto, tendrá dos contrincantes principales. Por un lado el líder de ERC, que parece haber fagocitado al resto de formaciones independentistas. Por otro, a la presidenta del grupo parlamentario de Ciudadanos, referente del bloque constitucionalista.
El sondeo que el Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat hizo público ayer, 30 de marzo, consolida a Ciudadanos como segunda fuerza política. Este baremo apunta a una nueva victoria de Junts pel Sí, dando por seguro que se revalidará la coalición entre PDECat y ERC.
Sin embargo, atendiendo a la caída en barrena de la nueva Convergència y al auge de los republicanos, todo apunta a que serán Oriol Junqueras e Inés Arrimadas quienes se jueguen la presidencia de la Generalitat, con permiso de la marca catalana de Podemos, que gana elecciones generales en Cataluña, pero no estuvo a la altura de las expectativas en los comicios del 27 de septiembre de 2015.
Referéndum o nuevo 9N
La fecha de las futuras elecciones catalanas está determinada por la convocatoria –que no celebración— de un referéndum independentista que, según los pronósticos más optimistas, podría mutar en un nuevo 9N. Algo que ni ERC ni la CUP se pueden permitir. De ahí que en los pasillos parlamentarios se hable de comicios antes de fin de año.
Por ello, los partidos catalanes piensan y actúan ya en clave de comicios. Y aunque todavía no hayan puesto en marcha su maquinaria electoral, lo cierto es que sus estrategias apuntan en esa dirección. Arrimadas intenta captar al votante desencantado de PSC y PP, mientras que Junqueras amplía su espectro electoral más allá del independentismo, explotando una imagen de moderación --merecida o no-- a costa del nuevo PDECat.