Más de 300.000 catalanes en el exterior. Una cifra nada desdeñable y que la Generalitat siempre ha considerado como un potencial granero de votos. De ahí que, en pleno proceso independentista, el Gobierno catalán haya intensificado su labor de captación electoral en el extranjero con la creación de un registro que huele a censo. La Fiscalía ha abierto una investigación para determinar si tanto esta iniciativa, como el material electoral que ha sacado a concurso a la Generalitat, tiene algo que ver con el referéndum de independencia previsto para septiembre de este año.
Proselitismo independentista
Se trata de una red fundamental para la labor de proselitismo independentista del Gobierno catalán, como reconoció el año pasado el consejero de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia, Raül Romeva, con motivo del Día Internacional de la Cataluña Exterior, que se celebra el primer domingo siguiente a la Diada de Sant Jordi. "Sois el mejor activo para explicar qué es Cataluña, quiénes somos los catalanes, de dónde venimos y a dónde queremos ir", dijo en un vídeo, difundido entre los catalanes exiliados.
La Generalitat mantiene cada año una reunión con el Consejo de las Comunidades Catalanas en el Exterior, órgano asesor formado por 11 representantes de las 140 agrupaciones repartidas por el mundo: cuatro para las comunidades de Europa, tres por las de América del Sur, uno por América Central, uno por América del Norte, uno por Asia y uno por Oceanía. “Sois la mejor diplomacia que tenemos como país”, insistió el consejero en el encuentro mantenido en septiembre de 2016. La sectorial internacional de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) utiliza esta red para organizar actos secesionistas más allá de las fronteras catalanas.
Subvenciones periódicas
Conocidos también como casals, estas entidades pueden acogerse a las subvenciones que periódicamente concede la Generalitat para financiar proyectos relacionados con el fomento de la lengua y la cultura catalanes. Aunque también se otorgan ayudas al funcionamiento ordinario de las comunidades. El año pasado, el Gobierno catalán destino una partida de un millón de euros a las comunidades catalanas en el exterior, cifra que supuso un aumento del 25% respecto a 2015.
Hace dos años se reguló mediante un decreto la creación de un Registro de Catalanes residentes en el exterior, de carácter voluntario, que ahora se pretende potenciar a través de la Consejería de Asuntos Exteriores. El objetivo es ofrecer una serie de servicios a esos ciudadanos “que tienen la condición política de catalanes”, como una tarjeta sanitaria individual, un carnet joven que proporciona descuentos, rebajas en albergues y ventajas en productos culturales.
Sin embargo, el hecho de que esta iniciativa se produzca a pocos meses del referéndum y que se haya publicitado con una provocadora pregunta “¿sí o no?” ha encendido las alarmas en la Fiscalía, que ha abierto una investigación para averiguar si ese registro es en realidad un censo electoral.