El comité de gobierno de Unió, encabezado por Ramon Espadaler, ha acatado este viernes el auto de inicio del proceso de liquidación del partido tras 85 años de historia, dictado por el Juzgado Mercantil número 4 de Barcelona en el marco del proceso concursal iniciado por la formación en septiembre de 2016.
Según un comunicado de los democristianos, el comité de gobierno da por "agotado" su mandato, una decisión que hace extensiva al resto de órganos territoriales y sectoriales del partido.
El partido se fundó el 7 de noviembre de 1931, durante la Segunda República Española, como un partido de carácter catalanista y de inspiración cristiana a raíz de un manifiesto aparecido en el diario El Matí de Barcelona.
En el informe que han elaborado, el secretario general de Unió, Ramon Espadaler, ha concretado que las últimas actuaciones que han llevado a cabo son la rescisión de la totalidad de los contratos laborales; la desvinculación de la Fundació Coll i Alentorn (Inehca) del partido, y acciones para garantizar la preservación del Archivo Histórico del partido.
También enviará una carta "a los más de 4.000 militantes" de Unió para informales de la decisión, donde considera que lo ha llevado el partido al final de su trayectoria es la quiebra económica y no ha sido la caducidad de sus ideas, basadas en una visión catalanista y humanista de raíz cristiana.
Según Espadaler, se ha llegado a esta situación por la pérdida de representación parlamentaria en las diversas cámaras, sumado a la escisión con la antigua CDC en 2015 y a la pérdida de cargos públicos: "Estas cuestiones han acabando haciendo inviable la posibilidad de sostener materialmente el partido".
Los cargos municipales se mantienen
El dirigente democristiano también apela a los alcaldes y concejales que aún tienen en Cataluña a seguir ejerciendo sus funciones "con total normalidad hasta acabar el mandato municipal --en mayo de 2019--, manteniendo la denominación de Unió" en la nomenclatura de los respectivos grupos locales o supralocales.
Además, traslada su agradecimiento a todos los que han mantenido su compromiso con el partido hasta el último momento y les anima a seguir defendiendo los ideales que les llevaron a hacerse militantes de Unió.
Pese a todo, para Espadaler, es necesario en Cataluña un partido humanista "de estricta obediencia catalana", que sea capaz de trabajar para definir un nuevo marco de relaciones entre Cataluña y el resto de España desde el diálogo y el respeto escrupuloso a la legalidad, pero con clara voluntad transformadora.