La oposición rechaza los presupuestos de la Generalitat para 2017, que mañana se someten a la votación final en el Parlamento catalán, y que, si no hay cambios de última hora, incluirán una partida destinada al referéndum. En el debate sobre las cuentas que se ha celebrado esta tarde, PSC, PP, CSQP y Ciudadanos han calificado de “desprecio” que el Gobierno catalán afirme que no ejecutará las 1.200 enmiendas de la oposición aprobadas porque, según dice, no tiene dinero. Y han lamentado que las cuentas solo se hayan negociado con la CUP, así como su instrumentalización para impulsar la hoja de ruta secesionista.
Tras el dictamen del Consell de Garanties Estatutàries (CGE), que considera inconstitucional que los presupuestos de 2017 contemplen una partida para el referéndum, Junts pel Sí (JxS) ha presentado una enmienda con el siguiente redactado: "El Govern, dentro de las disponibilidades presupuestarias para 2017, debe adoptar las medidas necesarias para garantizar la dotación presupuestaria suficiente para hacer frente a las necesidades que se deriven de la convocatoria del referéndum sobre el futuro político de Cataluña, previsto en la Resolución 306/XI del Parlamento de Cataluña, teniendo en cuenta el trabajo desarrollado por el Pacto Nacional por el Referéndum de acuerdo con los criterios del dictamen del Consell de Garanties Estatutàries de la Generalitat de Cataluña".
C's: presupuestos "opacos"
El portavoz de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, ha dicho a los socios del Govern que “nos traen unos presupuestos que llegan tarde y que no son para salir de la crisis, sino para salir de Europa y sacarnos de España, para contentar a sus socios de la CUP”. La formación naranja rechaza la ya famosa disposición adicional número 31 en la que se prevé la partida destinada a un referéndum “ilegal”, lo cual convierte los presupuestos en “anticonstitucionales y antiestatutarios”.
Ya ha avanzado que C’s no apoyará unos presupuestos “opacos” que esconden partidas “reservadas” de 130 millones de euros, destinadas en su opinión a propiciar la secesión catalana. Son cuentas, ha dicho, que “no combaten la pobreza ni el mantenimiento de chiringuitos administraciones”, sino que potencian el “juguetito de la hacienda catalana” del vicepresidente económico, Oriol Junqueras.
PSC: "Dejen de marearnos"
Por parte del PSC, Alícia Romero ha afeado al Gobierno catalán que “solo haya querido pactar con la CUP” y que ahora diga que no pueda ejecutar las 1.200 enmiendas aprobadas, lo que interpreta como un desprecio a la oposición. Yendo al contenido, ha aludido a los organismos internacionales que hablan de pobreza infantil y precariedad laboral en Cataluña, que bajan pero todavía se mantiene por encima de la media europea. Ha recordado cómo el Gobierno catalán “se ha cargado las ayudas a las guarderías para destinar ese dinero a otros fines” y ha puesto en duda que haya un esfuerzo inversor en incentivar la economía. Ha aludido también a los desequilibrios territoriales en inversión extranjera, avanzados por Crónica Global, con una comarca muy favorecida como el Barcelonès, mientras que la zona de Lleida y Tarragona queda desprotegida “sin que haya un modelo de país ni una estrategia de redistribución”.
Romero se ha referido también a la disposición sobre la partida del referéndum, que se mantiene pese al dictamen contrario del CGE, a pesar de que JxS no llevaba en su programa electoral una votación de estas características. “Dejen de marearnos”, ha pedido la socialista, quien ha defendido la reforma fiscal que propone el PSC, que proporcionaría 800 millones adicionales al Govern, frente a los nuevos impuestos propuestos en las cuentas catalanas, que no gravan las rentas más altas.
CSQP: "Instrumentalización perversa"
Joan Coscubiela, por parte de CSQP, cree que los presupuestos “ya estaban aprobados desde que Puigdemont amenazó a la CUP con el descarrilamiento del procés si no le daba apoyo en la cuestión de confianza”.
“Otro prespuestos eran posibles, pero ceñir la negociación a la CUP no lo ha permitido”, ha dicho Coscubiela, quien ha contrapuesto el procesismo, que da vueltas sobre sí mismo, con el independentismo. Considera kafkiano que se hayan aprobado 1.200 enmiendas, en contra de la voluntad de JxS, para luego decir que no hay dinero para ejecutarlas.
Ha criticado la “instrumentalización perversa” de los presupuestos, cuya aprobación ha puesto Puigdemont como requisito para convocar el referéndum. Coscubiela ha dicho que no respetar el dictamen del CGE es “no respetar al Parlament. Es inaceptable la enmienda de JxS, pues mantiene el texto inicial y a continuación, alude al dictamen. Lo de siempre, decir una cosa y la contraria”.
PP: "Acta de defunción del 'procés'"
El portavoz del PP, Alejandro Fernández, ha dicho que las cuentas catalanas son el “acta de defunción del procés, pues se trata de unas cuentas que introducen una enmienda inconstitucional “y eso será letal”. El dirigente popular se ha referido a las cinco carencias del proceso secesionista: mayoría social, estabilidad, mandato democrático, apoyo internacional y liderazgo. “La sucesión de delirios del proceso secesionista se ha acelerado, ustedes desautorizando al Consell de Garanties, ponencias conjuntas solo con dos grupos y, finalmente, propuestas de multas a aquellos que no apoyan la independencia (en alusión a Jordi Turull, diputado de JxS, que no ha asistido al debate presupuestario)”.
Fernández ha dicho que el presupuesto no soluciona las carencias económicas de los catalanes ni las listas de espera sanitarias, mientras aumenta el gasto en estructuras de Estado que "no sirven para nada".
La CUP cederá dos votos
La diputada de la CUP Eulàlia Reguant ha coincidido con la oposición en que no son presupuestos “sociales” que respondan “a las necesidades del país”, Pero ha dicho que “quienes critican que solo se habla del procés, son quienes solo hablan del procés. Llevan dos semanas hablando del CGE”, un Consejo que considera “autonómico y de carácter consultivo, que vela por un Estatut recortado por el Tribunal Constitucional y no votado por el pueblo de Cataluña”.
La antisistema ha dicho que “en efecto, el referéndum es incompatible con el Estatut y la Constitución”. Pero asegura que ya se ha superado esa pantalla. “El referéndum es la llave que abre todas las puertas. Cederemos dos votos a los presupuestos (los que necesita JxS para tener mayoría) condicionados al compromiso de celebración del referéndum. Un ‘sí’ condicionado a que se convoque en septiembre de 2017 sin pedir permiso ni perdón. Nos hemos propuesto tumbar el régimen”.
JxS: Un referéndum para construir un estado del bienestar
Por parte de JxS, Rogent Torrent, ha defendido la vocación social de unos presupuestos, que destinan “1.300 millones de euros más a políticas sociales que se pueden destinar a escuelas, hospitales, residencias… Para reforzar los pilares básicos del estado del bienestar, pero somos conscientes de que no es suficiente”. Ha criticado a quienes “hablan obsesivamente del procés para no hablar del bienestar, nosotros hablamos del procés y del referéndum para decidir un futuro con un mejor bienestar social”.
Torrent ha dicho que las 1.200 enmiendas son “1200 brindis al sol” porque “¿de dónde piensan sacar el dinero?”. Ha lamentado que el PSC haya sido el primer grupo parlamentario el que haya anunciado que presentará los presupuestos ante el Tribunal Constitucional, si se aprueba la enmienda sobre el referéndum.