El presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, ha desatado un terremoto mediático y político al acusar a los países del sur de Europa de gastarse "todo el dinero en copas y mujeres" para luego pedir ayudas a la UE.
"En la crisis del euro, los países del norte se han mostrado solidarios con los países afectados por la crisis. Como socialdemócrata, atribuyo a la solidaridad una importancia excepcional. Pero el que la solicita, tiene también obligaciones. Uno no puede gastarse todo el dinero en copas y mujeres y pedir luego que se le ayude", ha señalado en una entrevista publicada por el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung.
Estas declaraciones no parece que vayan a ayudar apuntalar a la continuidad de Dijsselbloem al frente del Eurogrupo --cuyo mandato, que concluye en enero de 2018, pretende agotar--, ya de por sí cuestionada tras la debacle de su partido, el PvdA, en las recientes elecciones holandesas.
Resurge la candidatura de Guindos
De hecho, el Gobierno español parece dispuesto a aprovechar este desliz dialéctico para relanzar la candidatura del ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, en sustitución de Dijsselbloem, su verdugo en 2015.
En ese sentido, el propio De Guindos ha respondido al político holandés tildando sus palabras de "desafortunadas" y negando que los países del sur hayan derrochado.