¿Debe un ministro de Justicia participar en una fiesta de cumpleaños organizada por un empresario condenado por fraude fiscal y que ha evitado el ingreso en prisión gracias a un pacto con la fiscalía? El debate se ha abierto en canal y nace de la celebración en Baquèira Beret del 50 aniversario del empresario de Valls y marido de Liliana Godia, Manel Torreblanca. El sábado 4 de marzo tuvo lugar la celebración en un restaurante de la localidad pirenaica de la Vall d'Aran y Rafael Catalá, ministro del Gobierno, fue uno de los ilustres invitados que participaron en el encuentro.

Su participación en la fiesta no ha gustado nada a los representantes del Ejecutivo alineados en el PP con María Dolores de Cospedal. Catalá pasa por ser uno de los hombres fuertes de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. “Es munición para la oposición. Ha sido un gran error”, afirman con contundencia algunos de los críticos. En opinión de algunos representantes del Ejecutivo, el ministro debería haber excusado su asistencia. No han transcurrido ni dos años desde que se formalizó la condena a Torreblanca y el pacto con la fiscalía tuvo lugar con Catalá al frente del ministerio. “No debía estar por más amigo que fuera”, agregan molestos.

¿Dónde se alojó?

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, en una imagen de archivo / EFE

Rafael Catalá, ministro de Justicia del Gobierno. 

El encuentro, desvelado por el periodista Manel Manchón el sábado, ha supuesto un monumental enfrentamiento entre las dos facciones gubernamentales. Los más críticos del Gobierno ven multitud de interrogantes a lo sucedido: “Si estuvo en Baquèira se alojaría allí, ¿quién pagó su cuenta? ¿Estuvo en el apartamento del propio Torreblanca? ¿Estamos ante un nuevo caso Soria?”

Manel Torreblanca reunió en su celebración a algunos de los habituales de su círculo de amigos. En el cumpleaños estuvieron, además del ministro, el presidente del grupo Planeta, José Crehueras; el empresario Enrique Lacalle; el consejero delegado de Abertis, Francisco Reynés; el inversor inmobiliario Javier Faus; y el consejero de RTVE Oscar Pierre, entre otros.

Torreblanca es el representante empresarial de una de las principales fortunas de Cataluña, la de su esposa Liliana Godia, quien se libró de condena alguna en el proceso judicial en el que el matrimonio estaba acusado de hasta nueve delitos contra la Hacienda Pública. Posee intereses en la concesionaria de autopista Abertis y en otros negocios, por ejemplo en la estaciones de ITV de Madrid.