El máximo imputado por el expolio del Palau de la Música, Fèlix Millet, se ha mostrado arrepentido y ha pedido perdón por haber desviado más de 20 millones de euros de la arcas del consorcio que presidió durante años.
Han sido unas brevísimas declaraciones cuando ha entrado en la Ciutat de la Justicia, lugar en el que se ha iniciado el juicio a las 10.20 horas de la mañana del miércoles. El fiscal pide una pena de 27 años de cárcel por malversaciones, estafa, cohecho, tráfico de influencias y organización criminal.
CDC en el punto de mira
El extesorero de CDC, Daniel Osácar, ha aprovechado el trámite de las cuestiones previas durante esta primera jornada del juicio para pedir que le sea retirada la acusación de tráfico de influencias por el que el fiscal solicita siete años de prisión.
Osácar, a través de su abogado, Xavier Melero, sostiene que ese delito ya habría prescrito. El investigado y Convergència, que aparece imputada a título lucrativo, han renunciado a más de 30 testigos convocados inicialmente. El fiscal mantiene el embargo de 15 sedes del partido por si tuviera que hacer frente a una eventual responsabilidad civil.
Alegan prescripción
Según la Fiscalía, Convergència se financió con dinero procedente del la empresa Ferrovial que utilizó al Palau de la Música para pagar las mordidas. Los dos imputados de esta constructora han pedido también que les sea retirado el delito de tráfico de influencias alegando prescripción.
El juicio contra el expolio del Palau se ha iniciado con la lectura de las llamadas cuestiones previas. Hasta la semana que viene no está prevista la declaración de los principales acusados.