El exconsejero de la Presidencia de la Generalitat Francesc Homs ha señalado ante la sala del Tribunal Supremo que le juzga por su responsabilidad en la organización del 9N que recibió "en privado" una oferta del Gobierno en el sentido de que si el Govern no organizaba una rueda de prensa por la noche tras la consulta no debían temer acciones judicales "a la contra". Esta es la razón por la que pidió que se llamara como testigos a este juicio al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al ministro de Justicia, Rafael Catalá.
Homs ha realizado estas afirmaciones a preguntas de su abogada Eva Labarta durante la primera sesión del juicio que se celebrará hasta el próximo día 1 en el Alto tribunal. El exconseller se enfrenta a una petición por parte de la Fiscalía de nueve años de inhabilitación especial para el ejercicio de cargos públicos electivos por los delitos de prevaricación y desobediencia al organizar la consulta independentista del 9 de noviembre de 2014, que había sido suspendida por el Tribunal Constitucional.
Apela a Rajoy para defenderse
Homs ha señalado que, tras suspenderse la consulta en septiembre y una vez se conoció la celebración en la misma fecha del denominado "proceso participativo", la reacción por parte del Gobierno y de la mayor parte de fuerzas políticas fue de "menosprecio, de ridiculización, de considerar que era un acto voluntarista", que según dijo el propio Rajoy no tendría consecuencia jurídica alguna.
"Lo que se hizo fue canalizar la dignidad del pueblo de Cataluña y ejercer derechos fundamentales de sus ciudadanos y ciudadanas", ha defendido Homs tras realizar un repaso del conjunto de acuerdos adoptados en el Parlamento autonómico que contextualizaron la convocatoria de la consulta.