Ana Magaldi, fiscal jefe de Barcelona, en rueda de prensa / EUROPA PRESS

Ana Magaldi, fiscal jefe de Barcelona, en rueda de prensa / EUROPA PRESS

Política

La fiscal jefe de Barcelona: “Me llamaron mierda, fascista, vete de Cataluña, fuera”

Ana Magaldi llamó a los Mossos d’Esquadra al temer por su integridad, pero un manifestante se avanzó y le increpó

14 febrero, 2017 11:24

Ana Magaldi, fiscal jefe de Barcelona, da su versión de los hechos. En rueda de prensa, este martes ha explicado que un grupo de entre 20 y 30 manifestantes le insultó el pasado viernes frente al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) al salir del juicio contra Mas, Ortega y Rigau por el 9N.

“Me insultaron. Me llamaron mierda, fascista, eres una mierda; vete de Cataluña, fuera” ha explicado Magaldi, tras informar que uno de los manifestantes se acercó a ella y gritó: “Tú eres la fiscalía. Tú nos condenas por poner las urnas ¡Qué vergüenza!”.

Un ataque muy grave

La fiscal jefe de la Ciudad Condal asegura que temió por su integridad y que avisó a los Mossos d’Esquadra, pero el manifestante llegó antes que los agentes y pudo increparle.

“Es un hecho muy grave. Un ataque y un insulto a la representante de una institución del Estado. A mis 64 años, no había visto reflejada en la mirada de una persona el odio que vi en la de esta persona. No lo olvidaré nunca”. 

Relato de los hechos

Magaldi relata que los primeros gritos que oyó al salir al exterior fueron los cánticos Fuera, fuera, fuera la justicia española. “Y yo les miré de pie, firme, mirando a las personas. No insultándoles, no haciendo peinetas ni sacando la lengua. No les gustó mi actitud y empezaron los insultos”.

Fue en ese momento cuando un joven se separó del grupo y se acercó a la fiscal. “Yo le expliqué que represento a la fiscalía, la fiscal jefe de Barcelona. Que los fiscales no condenan, sólo acusan. Los que condenan o absuelven son los tribunales y los jueves”.

Ha concretado que el temor por su integridad no fue grave, sino más bien porque le dieran “una colleja”. Pero un agente de la policía catalana consideró que, en cualquier caso, era mejor que fuera acompañada.

Posible denuncia

Ha asegurado que los hechos “serán estudiados y analizados con rigor, sosiego y sentido común”. Si son imputables a un tipo penal, presentará una denuncia porque así le obliga la ley.

Ante este escenario, ha pedido a los Mossos d’Esquadra la “reserva de las imágenes de los hechos” que captaron las cámaras apostadas a la puerta de los tribunales. Se podrían convertir en una prueba si hubiera materia para abrir el caso.

Información a los fiscales

La primera persona con la que se puso en contacto cuando abandonó la zona fue el fiscal que investiga el 9N, Emilio Sánchez Ulled. Magaldi ha manifestado que estaba preocupada y quería decirle que “saliera por la otra puerta”. Ella no lo había hecho. “Llevo saliendo por la misma puerta 35 años”. Sánchez Ulled se había avanzado. Había salido por el lateral del palacio.

Lo ha defendido a capa y espada en la comparecencia ante la prensa. “Sánchez Ulled nos devolvió la dignidad a todos los fiscales de Cataluña”, ha sentenciado.

La Fiscalía General del Estado, por su parte, expresó el lunes su solidaridad y respaldo a sus representantes en Cataluña y en especial a Magaldi. Ella se puso en contacto con su superior máximo al llegar en su casa. Le contó lo que había pasado en la puerta del TSJC y, más tarde, mandó a los fiscales provinciales de Barcelona un mensaje a través de Whatsapp.

Críticas directas

La fiscal jefa de Barcelona fue consciente el día de los hechos de que se la criticaba de forma personal por ser la “justicia española”. El propio joven que le increpó confirmó esta tesis, según su relato. “Sabían perfectamente a quién estaban insultando, porque me lo dijo el chico. Además de por mi maravilloso cabello”, un rasgo Magaldi, cuya cabellera es corta y de color rubio platino.

“Yo soy otra gente, yo soy la fiscal jefe de Barcelona”, ha argumentado.

Diferencia de críticas

Considera que no se pueden equiparar las críticas a su persona que a las de otros representantes públicos, como ministros o consejeros en Cataluña. Recuerda que los fiscales “no están en el mismo carro” por la labor profesional que desempeña.

Magaldi nunca había vivido ninguna experiencia similar.