El fiscal Emilio Sánchez Ulled ha hecho una encendida defensa del ministerio público para rebatir las acusaciones de instrumentalización por parte del Gobierno español. “¡Es que ya está bien de lo que se está diciendo! Bastantes años de oscuridad hemos tenido que soportar para tener un sistema democrática”, ha dicho en su discurso final en el juicio sobre la consulta del 9N.
Ulled ha criticado una supuesta batalla entre “demócratas y leguleyos”. Ha dicho que “este juicio también es democracia. Porque la democracia son muchas más cosas".
"No hemos recibido indicaciones"
"La Fiscalía no depende del Gobierno, no hemos recibido ninguna indicación que venga de ahí. Me veo obligado a decir que no. Yo no lo habría consentido, porque la institución fiscal no lo permite. Otra cosa son los batallas internas de la Fiscalía. Aquí se utiliza la expresión genérica ‘los fiscales de Cataluña’, pero cada fiscal expresó su opinión. Se han aplicado los mecanismos estatutarios y esa es la línea que se sigue”.
Ha desvelado que la exfiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, “me dijo que quería una valoración técnica rigurosa, es un asunto dedicado, en el sentido que sea. Si tengo es de archivar se archiva y se hay que acusar se acusa. Puede parecer que en un informe, estas manifestaciones parezcan extemporáneas, pero la expectación ciudadana merecía una explicación”.
La época oscura
“¡Es que ya está bien de lo que se está diciendo! Bastantes años de oscuridad hemos tenido que soportar para tener un sistema democrática”, ha exclamado.
Ha advertido de que la actuación de los tres acusados, Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau, es “un torpedo contra la línea de flotación democrática” y por eso pide que se les condene.