Al igual que Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau también han tomado la palabra al final del juicio del 9N, que ha quedado visto para sentencia.
Ortega ha dicho que “dar la voz al pueblo no es ningún delito, esconderse en el Código Penal, que debería ser el último recurso, niega el diálogo, el entendimiento y la mediación. En un Estado democrático, dar la voz a la ciudadanía es un derecho. Lo hicimos y cumplimos con la ley. Yo tengo la conciencia muy tranquila”.
La exvicepresidenta y exconsejera de Gobernación ha negado haberse escondido detrás de los voluntarios. “No se puede negar el alma del 9N ni la alegría del 9N”, ha manifestado.
“Yo siempre he creído en la ley, pero no en la ley del más fuerte, sino en la ley de los justos. Creo en la fuerza de la razón, no en la razón de la fuerza. ¿Alguien cree que una respuesta penal soluciona lo que está pasando en Cataluña?”
Citando a Machado
Por su parte, la exconsejera de Enseñanza Irene Rigau, ha comenzado su intervención citando a Machado y sus versos sobre el diálogo y la necesidad de escuchar, algo que “España ha olvidado”. Rigau ha asegurado que en ningún momento hubiera comprometido al colectivo de profesores, al que ella pertenece, y ha recordado cómo empezó a ejercer en el tardofranquismo. “Mi familia me ha dicho: ¿no te inhabilitó el franquismo y sí la democracia? Nunca pude imaginar que por ejercer mi responsabilidad pueda ser inhabilitada”, ha dicho Rigau emocionada.
Ha recordado que, hace 40 años, tuvo lugar una manifestación no autorizada que fue “el empujón más grande que Cataluña dio a la democracia española con el lema ‘libertad, amnistía y estatut de autonomía'. Espero que ahora no se produzca una involución democrática".