La cirrosis fue la causa de la muerte de Rita Barberá. La exsenadora del PP sufría esta enfermedad del hígado que le provocó un “fallo multiorgánico” y una crisis respiratoria, de la que no se pudo recuperar. Éstos son los resultados de la autopsia, según ha desvelado este domingo El Mundo.
El documento revela que el órgano hepático de la política había dejado de depurar y que sufría una cirrosis severa e irreversible, con la que convivió hasta el día de su muerte, el 23 de noviembre. El fallo del hígado le causó también hipertensión, que a su vez le provocaba ascitis (líquido en el abdomen). El riñón también estaba muy deteriorado.
Acoso mediático
No fueron, por tanto, el estrés y la preocupación causados por el “acoso mediático” al que apuntaban algunos de sus compañeros de partido los motivos de su muerte. Rita Barberá tenía 68 años y estaba inmersa en un proceso judicial sobre la presunta financiación ilegal del PP de Valencia, de donde fue alcaldesa durante 24 años.