El expresidente de la Generalitat Artur Mas ha convocado este domingo una rueda de prensa junto a las exconsejeras Irene Rigau y Joana Ortega para defender su posición ante el juicio de este lunes por desobedecer al Tribunal Constitucional y celebrar la consulta del 9N.
"Hicimos lo que teníamos que hacer, lo volveríamos a hacer y entraremos en el tribunal con la cara bien alta", ha señalado, y ha asegurado que no van a "pedir perdón por nada" ya que cumplieron lo que entendió como una demanda mayoritaria de la sociedad catalana: votar sobre el futuro político de Cataluña.
"Nos querían arrodillados y nos encontrarán de pie"
El escenario de la rueda de prensa, celebrada en el Museo de Historia de Barcelona, ha estado perfectamente medido. Los tres protagonistas han comparecido ante una urna de cartón (como las que se usaron el 9N) y con un cartel con el lema #9NSOMTOTS (el hashtag que los organizadores de la manifestación de este lunes utilizan para apoyar a los encausados).
Mas no ha dejado pasar la oportunidad para apelar a la épica: "Nos querían arrodillados y nos encontrarán de pie; nos querían con la espalda doblada y nos tendrán con la espalda derecha; nos querían con la mirada baja y nos encontrarán mirando adelante".
Sin son inhabilitados, recurrirán a Europa
En ese sentido, el exdirigente nacionalista ha anunciado que, en caso de que fueran inhabilitados, recurirán a las instancias judiciales europeas.
"Nos vamos a defender", ha subrayado. Y ha apelado a las proclamas que le transmitió el periodista Joaquim Maria Puyal antes del 9N: "Me dijo, presidente Mas, tira adelante, no te arrugues, ni un paso atrás, cuando llegue el momento de la verdad, veréis como a vuestro lado y detrás habrá mucha gente, no estaréis solos".
"Mucha gente se movilizó a fondo para que Cataluña pudiera expresar libremente su opinión, y desde el Govern lo canalizamos", ha asegurado frente a varios consejeros del actual Ejecutivo catalán, así como al portavoz del PDECat en el Congreso y también investigado por el 9N, Francesc Homs, y a miembros del partido.
"Lección de democracia" ante la "intolerancia"
Mas ha explicado que, ante la demanda de una votación, defendió el proceso participativo en el que votaron más de dos millones de personas que "dieron una lección de democracia y sentido de futuro ante Cataluña, el conjunto de España y todo el mundo".
No obstante, ha lamentado que al haberlo llevado a cabo pese a las advertencias del Estado y pese al cambio de formato de consulta a proceso participativo se haya pretendido, a su entender, aplicar un castigo ejemplar a sus promotores: "Chocamos contra un estado intolerante, de talante poco democrático, de 'ordeno y mando', que no tolera la discrepancia", ha valorado, y ha recordado que se reivindicó a sí mismo como responsable máximo del 9N.
"Más libres"
El expresidente de la Generalitat ha considerado que "aquel 9N Cataluña perdió el miedo a este Estado intolerante, y el día que pierdes el miedo eres más libre, por tanto, aquel día nos volvió más libres".
En todo caso, Mas se ha mostrado optimista porque "lo que pasará mañana puede ser un acelerador desde el punto de vista de ensanchar la base social del proceso", ya que puede servir "para que más gente se convenza de la necesidad de subir a este tren soberanista".
Interrumpidos por un espontáneo
La rueda de prensa no ha estado exenta de algún incidente. Durante el turno de preguntas de los periodistas, un señor de avanzada edad situado en la tercera fila ha interrumpido el acto unos instantes.
El espontáneo, a gritos y visiblemente enojado, ha exigido a Mas que "el proceso se ha de hacer ya" y que no se puede seguir "alargando". Los tres comparecientes han aguantado el tipo como han podido y el expresidente le ha respondido que toma nota.