El Govern pondrá en funcionamiento el 1 de julio un nuevo programa informático bautizado como Espriu que permitirá gestionar y recaudar los impuestos de los catalanes y que lleva gestándose 16 meses.
Lo ha explicado este miércoles el secretario de Hacienda de la Generalitat, Lluís Salvadó, en una entrevista de Rac1, en la que ha detallado que este sistema supervisará en un primer momento el nuevo impuesto a las bebidas azucaradas --que se aplicará sobre un censo de contribuyentes de 400 distribuidoras--, y le seguirán la tasa turística y los nuevos gravámenes a grandes superficies, emisiones de CO2 y activos no productivos.
Ha detallado que en el nuevo sistema han trabajado diversas empresas como IBM y T-Systems y que "estará preparado para recaudar los grandes impuestos y, en definitiva, cualquier tipo de impuesto", a diferencia del programa informático anterior, conocido como Gaudí, que no lo permitía.
Detección del fraude fiscal
También mejorará la recaudación ejecutiva, "es decir, perseguir a los que no pagan los impuestos", por lo que la inversión que se está haciendo en la hacienda propia se recuperará gracias a la detección del fraude fiscal, ha defendido.
Salvadó ha detallado que la información fiscal de los ciudadanos se obtendrá a través de las empresas, ya que deberán remitir a la Generalitat las cotizaciones sociales de sus empleados: "Habrá una base de datos que se construirá a partir de las declaraciones que harán las empresas que, en definitiva, son las que pagan los grandes impuestos que ahora recauda el Estado. No necesitaremos una base de datos específica".
Sobre las polémicas declaraciones del exsenador de ERC Santi Vidal sobre que el Govern había obtenido datos fiscales de los catalanes ilegalmente, Salvadó ha destacado que "la agencia catalana ni tiene ni necesita los datos de la agencia española".
El caso Santi Vidal
Salvadó, que precisamente comparecerá en el Parlamento catalán para dar explicaciones por las palabras de Vidal, ha defendido que el Govern ha ido recopilando poco a poco una base de datos en base a decenas de fuentes de información "siempre a partir de los tributos que ya se gestionan y amparados por la ley".
Asimismo, ha defendido que el Ejecutivo catalán está absolutamente auditado y que este mismo martes solicitó una nueva auditoría a la Agencia de Protección de Datos de Catalunya para que constate que la Generalitat está "habilitada" para tener toda la información que tiene y que hace de ella un uso adecuado.
Y ha insistido en que "a la hora de la verdad, si la Generalitat quisiera recaudar el IRPF, el IVA, el impuesto de sociedades y los impuestos especiales no necesitará la base de datos española: tendrá suficiente con que las empresas le paguen las cotizaciones de los trabajadores".
Considera que para que las empresas hagan el paso de pagar sus impuestos a la hacienda catalana el 'sí' debería ganar por una amplia mayoría en el referéndum sobre la independencia de Cataluña.