Asumió los riesgos del directo y se dio un baño de realidad. Tras su atribulado paso por el programa Jo pregunto de TV3, donde 12 ciudadanos le pusieron contra las cuerdas, el presidente catalán, Carles Puigdemont, ha podido constatar dos cosas: que la Cataluña real trasciende con creces el cansino debate sobre el referéndum y que tiene rivales en su propio partido.
El dirigente convergente no salió airoso de ese debate, algo que han aprovechado los sectores afines a Artur Mas, que con sus críticas a la gestión de TV3 --denuncian la presencia en el programa de sindicalistas, un militante de ICV y una afiliada a la plataforma no secesionista Sociedad Civil Catalana-- cuestionan veladamente el liderazgo de Puigdemont.
¿Pugna en este caso entre ERC y PDECat? Es cierto que en el área de comunicación de la Generalitat hay un equilibrio de fuerzas entre ambas formaciones, extensivas a la gestión de los medios de comunicación públicos, que en ocasiones generan tensiones. Pero, en este caso, de poco se puede responsabilizar al partido republicano, aunque es obvio que, de nuevo, sale reforzado de los enfrentamientos entre las familias convergentes.
"Tenía riesgos y se asumieron"
Según ha podido saber Crónica Global, el formato de programa fue elegido por la dirección de TV3, y al frente de la misma está Jaume Peral, amigo personal de Carles Puigdemont. La decisión, por tanto, de someter al president a una multientrevista en abierto --el programa Tengo una pregunta para usted protagonizado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hace dos años estaba enlatado, es decir, sometido a una posproducción-- no fue del jefe de informativos de la cadena, David Bassa, propuesto por ERC.
El presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, durante una de sus intervenciones en el programa 'Jo pregunto', de TV3
“El Jo pregunto de TV3 tenía sus riesgos y se asumieron”, explican a este medio fuentes convergentes. Asimismo, un portavoz de Presidencia se muestra contundente a la hora de defender el papel de Puigdemont en ese foro televisivo. "TV3 no da masajes, hace periodismo", afirma, consultado por Crónica Global.
Sin credibilidad
Otra cosa, apuntan fuentes allegadas al presidente catalán, es el uso partidista que el sector que apoya a Artur Mas quiera hacer. El pulso entre los equipos de ambos dirigentes arrancó hace meses, cuando el exalcalde de Girona demostró que podía volar solo y se negó a rendir cuentas a su padrino político, es decir, a quien le designó presidente.
"Que determinados opinadores critiquen a TV3 por invitar a ciudadanos no afines ideológicamente les quita credibilidad, pues son los mismos que han defendido la pluralidad de la televisión catalana", aseguran los allegados de Puigdemont. Se refieren a personajes como Pilar Rahola, Joan Piqué y Agustí Colomines, muy identificados con Artur Mas, y que ayer arremetieron en las redes sociales contra la fórmula utilizada por la cadena pública.
El papel de los fieles a Mas
Curiosamente, en medios políticos, se asegura que Mas pidió a esos referentes mediáticos de la vieja CDC que cuidaran de Puigdemont. Pero eso fue hace muchos meses, cuando los Quicos –el núcleo de fieles a Mas, llamados así por el portavoz de PDECat en el Congreso, Francesc Homs, y que todavía merodean por Palau– no podían prever que las turbulencias del procés convertirían al presidente actual y a su antecesor en rivales.
Pues a nadie se le escapa que las críticas de los escuderos de Mas se producen en pleno debate por la candidatura a la presidencia de la Generalitat de cara a unas elecciones. Si no inminentes, sí cercanas.