La recepción del cuerpo diplomático que se celebró en Bruselas a la misma hora que la conferencia de Carles Puigdemont se planificó en diciembre de 2016. Se trata de un acto que se organiza cada año y que, según indicaban fuentes de la Eurocámara a Crónica Global, "deberían conocer Junqueras y Romeva, pues han sido eurodiputados durante varios años”. Sin embargo, sectores independentistas han calificado esa reunión institucional de boicot y de conspiración del Estado español.
Puigdemont, junto al vicepresidente Oriol Junqueras y el consejero de Asuntos Exteriores, Raül Romeva, participó en un acto titulado The catalan referéndum, publicitado ampliamente en la prensa internacional –el coste superó los 120.000 euros–, que solo contó con la asistencia de funcionarios y miembros de la comitiva catalana afines.
Ejercieron de anfitriones los eurodiputados Josep Maria Terricabras y Jordi Solé (ERC), y Ramon Tremosa (PDECat), precedidos de la regañina que el portavoz del Parlamento europeo, Jaume Duch, propinó vía Twitter al político convergente. Duch reprochó a Tremosa que hablara de boicot cuando, en efecto, el acto de los diplomáticos estaba previsto desde diciembre. Intentó contemporizar el embajador de la Generalitat en Bruselas, Amadeu Altafaj, pero también recibió lo suyo.