El referéndum secesionista se hará. Será vinculante y su resultado se aplicará sin dilaciones ni excusas. Lo ha dicho el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en su primer discurso institucional de Nochevieja, en un intento de despejar las dudas planteadas la semana pasada durante la cumbre del referéndum, donde apeló a una votación legal y pactada. Esa postura no agradó a ERC y mucho menos a la CUP, partidaria de la desobediencia. De ahí este nuevo giro discursivo ante un año decisivo para el independentismo catalán, que supuestamente tiene una cita con las urnas en septiembre de 2017. Pues así lo prometió a los antisistema para que apoyen sus Presupuestos.
En su intervención televisada, el líder convergente ha intentado dar una imagen de firmeza, pero sobre todo, de "coraje" para mantener ese desafío ante el Estado y pasar de "de la postautomomía a la preindependencia". El año que viene, ha asegurado, será “clave para el futuro de este país" porque "los catalanes y las catalanas decidiremos libremente nuestro futuro en un referéndum legal y vinculante. Legal porque se convocará de acuerdo con el mandato de las leyes y, vinculante, porque el resultado que decidais vosotros, ciudadanos de Cataluña, será el que el Gobierno y el Parlamento deberán de aplicar sin dilaciones ni excusas”.
El diálogo como instrumento
Puigdemont ha recordado que "el Gobierno que yo presido ha hecho del diálogo su instrumento para trabajar desde el primer día, tanto con la oposición en el Parlamento como con el Gobierno del Estado. Hemos sabido tejer consensos amplios en Cataluña en torno al referéndum, como se demostró en la reunión de la semana pasada en el Parlamento --en alusión a la cumbre--, pero todavía no hemos recibido respuesta a la mano tendida por pactarlo desde el Gobierno español. Una oferta que hice durante el debate de la cuestión de confianza que reiteré en una conferencia en Madrid”.
En este sentido, ha afirmado que “continuaremos teniendo la mano extendida siempre, pero desde el compromiso y la fidelidad a nuestros principios. Cataluña se ha ganado su reconocimiento como nación en el marco de una Europa que queremos más unida, más segura y más democrática”
Un mundo de oportunidades
Durante el mensaje retransmitido por TV3, el mandatario catalán ha manifestado que “vivimos en un mundo globalizado, lleno de oportunidades, donde el crecimiento económico, el conocimiento y los avances científicos lo hacen cada día mejor. Pero también es un mundo lleno de incertidumbres y con déficits importantes en cuanto a la paz, la seguridad y los derechos humanos”, afirma.
"El ascenso de los populismos --ha añadido--, la persecución de libertades fundamentales en democracia, como la libertad de expresión, la persistencia de los conflictos armados y las crisis humanitarias que se derivan, siguen siendo asignaturas pendientes que la humanidad debe afrontar".
"Valentía sin demagogia"
A su juicio, "falta valentía y coraje para encarar estos retos sin caer en la receta fácil de la demagogia. La misma valentía y coraje que hace falta en nuestra tierra para abordar los retos que tenemos planteados y que no nos faltará, ya os lo adelanto, ni a mí como presidente ni al Gobierno que encabezo. Cuando llegué a la presidencia de la Generalitat, todavía no hace un año, recordé que el objetivo de esta legislatura era llevar al país de la postautonomía en el preindependència. Y estamos cumpliendo fielmente este mandato, un mandato que surge de las elecciones del 27 de septiembre de 2015, y es lo que se espera que hagamos".
En materia económica, Carles Puigdemont considera que 2016 ha sido el mejor año en crecimiento y creación de empleo desde el inicio de la crisis. "Las previsiones para el próximo año también son buenas, lo que permitirá recuperar los niveles de antes de la crisis y recorrer el camino del progreso económico y social. Cataluña, pues, tiene un potencial indiscutible para aprovechar las oportunidades que nos ofrece la revolución tecnológica que estamos viviendo".