El Rey insiste en la necesidad de cuidar y mejorar nuestra convivencia. En el mensaje navideño de este sábado, su tercer discurso al frente de la jefatura de Estado, Felipe VI ha instado a todos los españoles a mostrar respeto hacia los demás y ha tachado de inadmisibles aquellas actitudes o comportamientos “que ignoren o desprecien los derechos que tienen y que comparten todos los españoles para la organización de la vida en común”.
En un mensaje claro dirigido a cumplir las normas de la democracia, ha recordado que vulnerarlas solo lleva a “tensiones y enfrentamientos estériles que no resuelven nada”, además del empobrecimiento moral y material de la sociedad. Ha apelado al progreso, la modernización y el bienestar como herramientas básicas de una convivencia que “ha de construir y no destruir”.
Unidad de España
Desde su despacho habitual en el Palacio de la Zarzuela, el monarca ha reiterado la importancia de “forjar con solidez” una España común y llama a “darnos cuenta cabalmente de por dónde va”. Se ha referido a los diez meses en los que el país no tuvo gobierno como una “compleja situación” ya superada y ha llamado a todos los grupos políticos a entenderse mediante el impulso de consensos básicos.
La crisis ha sido el primero de los asuntos a los que se ha referido, asegurando el inicio de una recuperación económica que “todos deseamos que se consolide, que nos permita crear mucho más empleo de calidad”, además de acabar con las desigualdades que, en sus palabras, se derivan de una crisis tan profunda tras la que el país ha sufrido un desequilibrio.
Sin divisiones internas
Felipe VI también se ha referido a los avances tecnológicos y su aspecto condicionante para el ser humano –el mensaje se ha retransmitido por su canal de Twitter y Youtube--. “Nunca antes en la historia de la Humanidad y en un espacio de tiempo tan corto se habían producido cambios tan grandes”, ha dicho refiriéndose a lo que llama “no una revolución tecnológica, sino algo más profundo”.
El último punto a tratar en un discurso de trece minutos ha sido la educación, básica para promover la innovación, creatividad e investigación “como rasgos y exigencias de la sociedad del futuro”. Como despedida, el monarca se ha referido de nuevo al soberanismo y ha subrayado que no son tiempos para fracturas ni divisiones internas. “Son tiempos para profundizar en una España donde nadie agite viejos rencores o abra heridas cerradas”.
Sobre su mesa, dos fotografías familiares y, en las estanterías, una de la Familia Real en el balcón del Palacio Real el día de la Proclamación; otra del día de la Jura de la Constitución del monarca acompañado de Don Juan Carlos; una tercera de sus hijas y otra de su padres.