Los trabajadores de los medios públicos catalanes han puesto negro sobre blanco todas las reivindicaciones que hasta ahora habían expresado en forma de movilización, protesta o denuncia pública. Lo han hecho con motivo de la tramitación del contrato-programa 2017-2020 que la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) está preparando. Se trata de una hoja de ruta de los medios catalanes que, según los representantes laborales, tiene visos de continuista, por lo que han presentado una serie de alegaciones en las que se denuncia la manipulación política de las cadenas, que sufren la pugna entre CDC y ERC por el control político de TV3 y Catalunya Ràdio, y el exceso de producción externa.
Tal como informó Crónica Global, grandes productoras –como las de Jaume Roures, Toni Soler y Andreu Buenafuente, entre otras-- se reparten un pastel de 642 millones de euros pagados por la CCMA en diez años. A pesar de este colosal gasto, la publicidad de TV3 ha caído en picado, pues de los 153 millones ingresados en 2006 se ha pasado a 88 millones en 2016. Las audiencias también han experimentado un declive preocupante, denunciado por los grupos de la oposición, que acusan a los gestores de los medios catalanes de practicar el “amiguismo indepe” en la citada externalización de la producción audiovisual.
Renovación de los estamentos directivos
Ante esta situación, los representantes de los trabajadores reclaman la “desgobernalización de los medios y la renovación de los estamentos directivos, así como la modernización de la gestión, incorporando fórmulas de cogestión y eliminando burocracia y verticalidad en las relaciones internas”, indican en el informe presentado ante la CCMA. El documento ha sido elaborado por las secciones sindicales, los Consejos Profesionales de Informativos y los promotores del Consejo Profesional de Programas y Antena, y han colaborado profesionales de las áreas tecnológicas de la empresa.
"Se atenderá --añaden -- a la diversidad social y política para aspirar a convertirnos en el medio de comunicación de referencia en todos los ámbitos y de todos los catalanes. Este compromiso se debe llevar a cabo tanto en el marco de los informativos, como en el de programas y en el de deportes. Los informativos, especialmente, deben incorporar los principios de independencia y neutralidad".
Respecto al exceso de producción de la casa –que, según CCMA, se ha reducido en un 50% en los últimos años y se rige por estrictas normas de transparencia y no discriminación--, reclaman una apuesta por “las líneas de producción propia”, pues “es la mejor garantía para el servicio público y el entretenimiento de calidad". "Es lo que nos ha permitido mantener resultados respecto a los inmediatos competidores, que disponen de presupuestos mucho más elevados”.
Piden a la CCMA que “entre un mínimo del 25% y un máximo del 35% de la producción audiovisual de la CCMA sea producido o coproducido con empresas del sector. Un 25% máximo en el caso de la producción radiofónica. La producción externa o asociada y otras modalidades de colaboraciones externas no deben ir en detrimento de la producción interna”.