La refundación de CDC no ha ido acompañada de un efecto llamada a la militancia, lo que unido a la cada vez menor representación parlamentaria, es decir, mengua de subvenciones, se ha traducido en una apurada situación económica. Los problemas crecen en la nueva PDECat, pues cualquier intento de animar a los antiguos afiliados indecisos a sumarse a su proyecto neoindependentista choca con la ley. “Una derrama. Eso es lo que necesita urgentemente el partido”, explica a Crónica Global un soberanista conocedor de esa precaria realidad.
Dirigentes de esta formación se han planteado repetir la campaña que CDC impulsó hace dos años, consistente en enviar cartas a los militantes en las que pedía donaciones voluntarias con la finalidad de reforzar la acción política del partido, recordando que esas aportaciones permitían deducciones del 25% de la cuota íntegra del IRPF.
Sin embargo, el número de afiliados convergentes se ha reducido sensiblemente tras la refundación. Según los últimos datos proporcionados por PDEcat a finales de noviembre, este partido tiene 12.036 asociados, de los que 9.622 provienen de CDC y 2.414 no habían pertenecido nunca a esta formación. El último censo de afiliados de Convergència ascendía a 14.620. Es decir, que unos 5.000 convergentes no han querido sumarse a PDECat.
Grandes multas
Cualquier llamamiento a esos antiguos militantes choca con la ley. El partido presidido por Artur Mas no puede usar la antigua base de datos de la extinta CDC, pues así lo prohibe la LOPD (Ley Orgánica de Protección de Datos). Dicho de otras manera, no se pueden trasladar los datos personales de una empresa o partido en beneficio de otra sin un consentimiento expreso de quién ha proporcionado esos datos.
“Tienen miedo que algún militante convergente descontento les denuncie por mandarles propaganda del PDECat sin su consentimiento”, añaden las mismas fuentes. Contravenir la LOPD conlleva grandes multas, lo que menos necesita un PDECat que se ha visto obligado a aplicar un ERE que podría afectar a un tercio de la antigua CDC.
Cortafuegos financiero
Asimismo, Convergència hipotecó su nueva sede situada en la calle Provença con la finalidad de hacer frente a la deuda de 6,8 millones de euros que dejó la federación de CiU. Convergència tiene embargadas 15 sedes por orden del juez que investiga el caso Palau.
Tal como publicó este diario, detrás de la creación del PDECat había una compleja estratagema jurídica y contable para actuar de cortafuegos de las deudas, los embargos y las responsabilidades pecuniarias de la antigua CDC.
Pero esas argucias no han sido suficientes y los dirigentes del partido han tenido que recurrir a “sus amigos” de la mediana y la gran empresa para pedirles que contribuyan económicamente a la causa, tal como se hacía en las buenas épocas de Jordi Pujol.