¿Cuánto cobra un tertuliano? ¿Hay tertulianos buenos y malos? ¿Está la tertulia en peligro de extinción? Todas las respuestas a esas preguntas están en Hablar de todo y no saber de nada. Las tertulias y la nueva política (Debate), escrito precisamente por alguien con amplia experiencia en ese género, que en los últimos años se ha convertido en fenómeno mediático. Joan López, exdiputado del PP en el Parlamento catalán, empezó a colaborar en COM Ràdio en los años noventa y, desde 2013, participa semanalmente en diversas tertulias, tanto televisivas como radiofónicas.
López admite que resulta muy contradictorio que el secesionismo catalán "haya dado trabajo a un antindependentista como yo", pero, de momento, el procés sigue siendo el tema estrella de los debates, especialmente en Cataluña. "Ha habido muchos tertulianos conversos a la causa separatista y otros que han salido rebotados del PP y han recibido el premio de ser llamados habitualmente por los medios para rajar a placer de su expartido", explica López en su libro, que pone de ejemplo a Montse Nebrera y Josep Curto.
Cuotas ideológicas
También se refiere al reparto de cuotas políticas, no esconde que se siente reconfortado cuando coincide con otra persona afín ideológicamente, algo que "en Cataluña no sucede con frecuencia". Sobre el salario de los tertulianos se ha escrito mucho y, según el autor, mal, pues califica esos 600 euros que, según algunas fuentes, se pagaban antes de la crisis como "inimaginable para un tertuliano medio", que no supera los 300 euros. Otra cosa es, admite, la existencia de tertulianos de primera y de segunda. Y también, el tipo de programa, pues se calcula que los participantes de Sálvame Diario pueden llegar a cobrar entre 700 y 900 euros, mientras que los de Sálvame Deluxe alcanza los 16.000 euros semanales.
Joan López asegura que hay programas en los que la reflexión profunda no interesa, sino que más bien estorba. Para eso está Google, fuente improvisada de temas de actualidad. Y hace autocrítica: "Mi fallo de predicción en relación a la investidura de Sánchez por la izquierda me lo comí con patatas".