José María Corbín, el cuñado de la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá ha asegurado este jueves que la senadora "ha muerto de pena, y, en esa pena, la fundamental aportación la han tenido los suyos". Corbín ha asegurado que la familia no cree conveniente la presencia de instituciones públicas y partidos políticos en las honras fúnebres pero sí "de cualquier persona" y del "pueblo valenciano". Así, ha manifestado que políticos como Mariano Rajoy pueden ir "como amigos" pero "no como representantes políticos". "Es el matiz", ha resumido.
El abogado se ha pronunciado en estos términos en una entrevista en la cadena COPE en la que ha agradecido a "la gente, españoles y valencianos de bien y a todos aquellos que de forma espontánea" llenaron la catedral de Valencia este miércoles para rezar por la exalcaldesa en una convocatoria realizada por el cardenal Cañizares. "Abarrotaron, reventaron la catedral y se vio cómo con emoción rezaban y recordaban a la alcaldesa, a Rita. Eso era el pueblo y eso nos da razón de vida y de seguir luchando", ha afirmado.
"Ha muerto de pena"
Aunque ha señalado que no es "un diagnóstico de médico", Corbín ha indicado que Barberá "ha muerto de pena, y en esa pena la fundamental aportación la han tenido los suyos" y ha explicado cómo la familia le recomendó que se apartara de las instituciones para dedicarse a su defensa. "Sin duda esa recomendación se le reiteró de forma muy continuiada por toda la familia, sobre todo cuando se veía que el acoso estaba buscando el derribo por la vía rápida del maltrato físico al que se le sometía diariamente", ha dicho, aunque ha recalcado que era conocida la "bravura de su actitud" y "cómo se rebelaba ante las injusticias, esa misma injusticia que la ha matado".
En esta línea, Corbín ha admitido que Barberá estaba "tensionada, preocupada y se rebelaba ante la injusticia de lo que estaba ocurriendo" porque "no podía entender las cifras de minutos conumidos en un ataque sinsentido". "Rita no entendía lo que pasaba y todos sabemos que, cuando uno no es capaz de entender lo que pasa, es difícil de asimilarlo", ha insistido.
"Han podido con ella"
"Toda la tensión venía determinada por esa persecución que nadie entendíamos y que era difícil de explicársela", ha incidido. En este sentido, ha recalcado que la exalcaldesa comentaba con sus letrados y equipo jurídico que no entendía, "que lo que estaban diciendo por ahí era mentira" y se preguntaba "cómo podía ser". "Eso la tenía en una tensión permanente que ha ido minando su salud", ha dicho, para resumir: "Han podido con ella".
A su juicio, en España "la presunción de inocencia ha sido enterrada hace mucho tiempo, se ha invertido la carga de la prueba y la Constitución ha sido metida en un congelador".