Poco ha durado la calma que precedió a un pacto de gobierno entre la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el PSC. La estrategia de pactos apuntada por el primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, ha coincidido temporalmente con el frente común formado por CiU, PP, ERC y Ciudadanos --la CUP se abstuvo-- contra la gestión de Colau, incapaz de aprobar sus ordenanzas fiscales y sus presupuestos.
Esta situación ha dado lugar a una serie de negociaciones entre los grupos municipales que buscan echar a la líder de BCN en Comú de la alcaldía. Y ello obliga al segundo teniente de alcalde del PSC, Jaume Collboni, a mover ficha hacia la izquierda, manteniéndose fiel a los comunes, o hacia la derecha.
Plataforma centrista
La nueva ejecutiva socialista que salió del reciente congreso responde precisamente a esos equilibrios ideológicos, con un sector que se decanta hacia los comunes –Núria Parlon--, otro que representa al socialismo más autonomista –Nuria Marín—y otro que intenta hacerse con un trozo del pastel catalanista –el propio Miquel Iceta--. La plataforma socialdemócrata que se presenta el lunes, Portes Obertes del Catalanisme, en la que participan miembros del PSC, UDC e ICV, quiere enmendar precisamente esa deriva socialista hacia los comunes.
De momento, el PSC juega a la geometría variable a nivel municipal, pero tarde o temprano tendrá que tomar posiciones en el Ayuntamiento de Barcelona. Fuentes municipales aseguran que Collboni considera que es demasiado pronto plantearse una ruptura con Colau –el pacto hizo oficial en mayo de este año--.
La mayoría parlamentaria
Si sigue adelante con los comunes, se arriesga a que se produzca una alianza independentista entre CiU, ERC y CUP, similar al existente en el Parlamento catalán, que acabe con el mandato municipal de Colau. En paralelo, convergentes y populares han planteado la posibilidad de un gobierno CiU-PSC, con el apoyo externo de Ciudadanos y PP.
Las negociaciones están abiertas y todos los grupos municipales de la oposición han demostrado su predisposición a tender puentes con los demás, sin apriorismos. Pero la última palabra la tiene el PSC.