El director de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), Miguel Ángel Gimeno, no solo echó a Maite Masià de la institución sino que, ahora, cuando la exdirectora adjunta ha reclamado regresar a su antiguo puesto de jefa de área de Universidades, le ha dicho que no sin darle la más mínima opción.
Masià se incorporó a la Oficina Antifraude en la época en que estaba dirigida por el primer director, el malogrado David Martínez Madero. Pocos meses después, Masià, militante de la antigua CDC y persona muy bien situada en las altas esferas de la formación nacionalista, fue fichada por el entonces consejero de Interior Felip Puig como directora general de Energía.
Fue entonces cuando abandonó el puesto de jefa de área de Universidades, adscrita a la Dirección de Investigaciones, para probar fortuna en ese cargo político de la mano de Puig. Durante su mandato al frente de la dirección general, Masià apareció implicada en el caso de las ITV, un escándalo de presunta corrupción que llevará al banquillo de los acusados a Oriol Pujol, uno de los padrinos políticos, junto a Germà Gordó, de la discutida exsubdirectora de la OAC.
Caída en picado
Las cosas se torcieron para Maite Masià y decidió postularse para retornar a la Oficina Antifraude de Cataluña una vez quedó vacante la plaza de subdirector general, que ocupó durante un año el actual director de los Mossos d'Esquadra, Albert Batlle.
Daniel de Alfonso, el exdirector de la OAC, no dudó en nombrarla su subdirectora, aunque con mucho menos quórum parlamentario que el que obtuvo Batlle.
A hachazo limpio
Tras el cese de De Alfonso por sus controvertidas conversaciones con el ministro del Interior, Masià ostentó durante unos días la dirección en funciones de la institución antifraude y sorprendió a todos al ordenar el cese de los tres directores funcionales (de Investigación, Análisis y Prevención), y de un exfiscal, jefe de área, sin que existiera a priori ningún motivo razonable que le obligara a ello.
Pocos días después, Gimeno tomó posesión del cargo y no dudó en cesarla a ella sin darle la más mínima opción.
Quien a hierro mata…
Masià, que desde hace meses, pues, se encuentra en paro, ha pedido formalmente su reingreso en la OAC, en concreto en aquella plaza inicial de jefa del área de Universidades que ocupó durante los primeros meses. Gimeno le ha dicho que no, en una inapelable repuesta sustentada en informes jurídicos que niegan a la renombrada militante de la antigua CDC su vuelta a la institución.
A Masià sólo le queda ahora la eventual impugnación de su cese.