Barcelona estudia implantar un peaje para los coches que vienen de fuera de la ciudad. Esta es la propuesta para 2017 del equipo de gobierno, liderado por Ada Colau. Lo quieren hacer a través de las tarifas de aparcamiento y en función del tamaño y el nivel de contaminación de cada vehículo.
El ayuntamiento apuesta así por la “movilidad sostenible”. De aprobarse la propuesta, los ciudadanos que residen en la capital catalana pagarán lo mismo que este año, 0,2 euros al día con un máximo de un euro a la semana. Los vehículos de fuera de Barcelona son los que notarán los cambios.
Aumento de tarifas
La tarifa se compondrá de una parte fija, que es más baja que la actual, tal y como ha concretado el concejal de Presidencia y Energía, Eloi Badia. A ésta habrá que sumarle un componente variable, que no existe en los precios de este año. Esto incrementará el coste para los coches más grandes y contaminantes.
En total, el máximo que podrá llegar a pagar un vehículo para estacionar en una zona azul o verde (de pago) será de 5,65 euros por hora. Esto será durante los días en los que haya episodios de contaminación, cuando los dueños de coches que no sean “cero emisiones o eco” tendrán que pagar dos euros extra.
Parquímetros ‘inteligentes’
Todo esto será posible tras la sustitución de todos los parquímetros de la ciudad por otros inteligentes. Según Badia, el reemplazo se producirá a lo largo de 2017 y, a medida que estén instalados, se implantará la medida (si consigue el apoyo necesario para ser aprobada en pleno). Este cambio de todos los parquímetros puede costar hasta 18 millones de euros, según un técnico del consistorio.
Los nuevos parquímetros calcularán el precio a pagar para cada usuario en función de las características de su vehículo. Para ello se deberá introducir el número de matrícula en la máquina y, en base al etiquetaje de la Dirección General de Tráfico (DGT) que indicará el grado de contaminación de cada coche, se establecerá el coste de aparcar en la ciudad.
Esta propuesta todavía se encuentra en su fase inicial, ya que, como ha recordado el mismo concejal, pueden pasar dos meses hasta que se apruebe en el pleno o se rechace. No es el único cambio que ha incluido el equipo de gobierno municipal en las ordenanzas fiscales en el campo de la movilidad. La propuesta también prevé una nueva tarifa para que los autocares turísticos aparquen en el área de Montjuïc y un aumento de las tasas en otras dos zonas.