El juicio más importante por corrupción de la historia reciente de la Comunidad de Madrid se está celebrando en una discreta sala de la Audiencia Nacional, lejos de la céntrica calle de Génova, donde coinciden tanto la sede del PP como la sede del órgano jurisdiccional.

En un polígono en San Fernando de Henares, en el extrarradio de Madrid, a los periodistas solo les acompaña el ruido de los aviones, que vuelan muy bajo debido a la cercanía del aeropuerto Adolfo Suárez - Barajas.

Avión

Esta ausencia de gente contrasta con el tumultuoso periodo de indignación que atravesó España mezcla de los sistemáticos casos de corrupción que llenaban las noticias y de la crisis económica que golpeó a las clases medias. Los manifestantes en las puertas de los juzgados se habían convertido en una estampa habitual. En esta ocasión, sin embargo, son pocos los que se han acercado a protestar. “Si el juicio se hubiera celebrado en Génova, la calle estaría llena”, explica un periodista que cubre el juicio con mucha experiencia a sus espaldas.

Pese a que este miércoles coinciden en la sala de San Fernando de Henares el extesorero del PP Luís Bárcenas, el cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, y El Bigotes, la lejanía del emplazamiento ha mitigado la presencia de espontáneos a protestar.

Los preferentistas

La imagen desértica de hoy contrasta con la que se vivió el lunes cuando compareció el exdirector del Fondo Monetario Internacional y de Caja Madrid Rodrigo Rato. El colectivo de los preferentistas hizo acto de presencia al grito de "traidor" y "ladrón".

Además de los preferentistas, la asociación de ultraderecha Hogar Social también se manifestó contra lo que, a su juicio, "no es la España real". Los ánimos desatados por el caso de las tarjetas black no se ha extrapolado al caso Gürtel.

Cinco acusados piden no ir a juicio

Son ya una decena los acusados en el macrojuicio de Gürtel los que han pedido en estas dos primeras jornadas al tribunal poder ausentarse de la vista oral en aquellas sesiones que no les afecten directamente para evitar así lo que alguno ha denominado como "la pena de banquillo".

Si en la primera sesión todos los que pidieron la dispensa alegaron motivos dispares como las "dolencias médicas" de Álvaro Pérez Alonso El Bigotes, pasando por el cuidado de una madre enferma o el temor a perder el puesto de trabajo, hoy los motivos se han basado fundamentalmente en evitar a estos acusados lo que uno de los abogados ha llamado "la pena de banquillo".

Entre los que lo han pedido hoy destaca Rosalía Iglesias, esposa del extesorero del PP Luis Bárcenas, que se enfrenta a 24 años de cárcel por colaborar en los delitos de su marido y cuya defensa ha solicitado que se le permita ausentarse de todas la sesiones que no le afecten "directamente".

La defensa del hijo del extesorero de Alianza Popular Ángel Sanchís se ha sumado también a esa petición, pero, en su caso, ha planteado asistir a todas las jornadas por videoconferencia desde Argentina, país donde reside y tiene otro procedimiento abierto. "Es mejor que empiece a las cinco de la mañana a que tenga esta situación", ha expuesto su abogado.

También lo ha solicitado el presunto testaferro de Bárcenas en Suiza, Iván Yáñez, cuyo abogado, José Lozano, ha reclamado además al tribunal que permita el desbloqueo de sus cuentas para poder afrontar la minuta por su defensa y que ha establecido en 10.000 euros al mes.