¿Tiene el proceso secesionista algún efecto sobre la demografía de Cataluña? No es posible vincular ambos fenómenos de forma fehaciente, pero los datos sí constatan que ambos evolucionan en paralelo en los últimos años.
España, en su conjunto, pierde población por efecto de la caída de la tasa de natalidad, por la vuelta a casa de inmigrantes y por la emigración al extranjero de jóvenes españoles. Un comportamiento que, sin embargo, no es homogéneo entre las distintas comunidades autónomas.
Cataluña y Madrid, casos similares en el pasado
Un método válido para tratar de responder a la pregunta inicial es comparar la evolución demográfica de la Comunidad de Madrid con la de Cataluña, puesto que ambas han seguido pautas muy similares en el pasado.
Entre los años 2000 y 2011 la población catalana creció por encima de la de la Comunidad de Madrid en 130.000 personas (1.120.000 frente a 1.250.000, en cifras redondas), pero la tendencia se ha invertido a partir de entonces.
Casi 50.000 catalanes menos
Según datos del INE, en 2012 la población residente en Cataluña descendió en 49.474 personas mientras que en Madrid lo hizo en 16.365. El crecimiento vegetativo fue de 13.888 personas en Cataluña por 25.293 en Madrid. El saldo migratorio externo fue negativo en 59.732 personas en Cataluña frente a 55.757 en Madrid, también negativo. Y el saldo migratorio interno (el que se produce entre CCAA) fue de 3.630 menos en Cataluña frente a 14.116 más en Madrid.
En 2013 la población catalana descendió en 68.891, y en 37.832 en Madrid. El crecimiento vegetativo en Cataluña fue de 10.807, frente a 22.694 en Madrid. El saldo migratorio externo fue de 77.873 personas menos en Cataluña frente a 83.835 --también negativo-- en Madrid. Y el saldo migratorio interno fue negativo en Cataluña (-1.825) pero positivo en Madrid (15.138).
En 2014, la población catalana disminuyó en 25.104 habitantes mientras Madrid lo hacía en 933. El crecimiento vegetativo en Cataluña de 10.053 personas, por 21.818 en Madrid. El saldo migratorio exterior fue muy parecido en ambas autonomías (37.669 menos en Cataluña frente a 37.789 menos en Madrid). En cambio, el saldo migratorio interior, aunque positivo en las dos comunidades, tuvo una evolución diferente en cada una de ellas: 2.511 personas más en Cataluña frente a 15.038 en Madrid.
La tendencia se mantuvo en 2015, aunque también Cataluña volvió al crecimiento en términos absolutos. A 1 de enero 2016 la población catalana había aumentado en 6.880 personas respecto al año anterior. En Madrid, el crecimiento fue de 47.924 habitantes. El crecimiento vegetativo en Cataluña fue de 5.092 personas, frente a 17.912 en Madrid. El saldo migratorio exterior continuó siendo negativo en Cataluña (2.130 personas menos) frente a un saldo positivo en Madrid (8.203 personas). Pero lo más significativo es el saldo migratorio interno: en Cataluña fue positivo en 3.927 personas mientras que en Madrid lo fue en 21.809.
Cataluña pierde atractivo
De las cifras anteriores se pueden extraer múltiples conclusiones. La más destacable es que Cataluña está perdiendo atractivo para el resto de los españoles --e incluso para los propios catalanes--, mientras que la Comunidad de Madrid, en los últimos cinco años, no ha dejado de recibir personas procedentes del resto de España.
Este comportamiento coincide en el tiempo con la intensificación del proceso secesionista. Un proyecto que, según buena parte de los analistas políticos y económicos, genera desafección e incertidumbre.