La diputada de la CUP, Anna Gabriel, ha advertido que dar confianza al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, no supone darle carta blanca para obligar a los antisistema a aprobar los presupuestos de 2017. Ha expresado su apoyo al referéndum prometido por el dirigente convergente, e incluso ya tiene la pregunta: “¿Quiere que Cataluña se convierta en una república independiente? ¿Sí o no?”
Respecto a las cuentas de la Generalitat, que Puigdemont pone como condición para agotar la legislatura y evitar otro adelanto electoral, la diputada ha dicho que “nosotros nunca hemos rechazado la posibilidad de apoyar los presupuestos. Negociamos hasta el último momento los de 2016 y ahora, por coherencia, tampoco descartamos apoyar los nuevos. Le daremos confianza, pero eso no les da carta blanca a obligarnos a apoyar los presupuestos”, ha dicho Gabriel.
La antisistema ha avisado de que “no votaremos unos presupuestos antes de verlos ni que reproduzcan los que ya rechazamos en junio”.
"No será un puro intercambio de banderas"
El grupo radical apoyará el proceso secesionista que Puigdemont ha prometido, “pero no como puro intercambio de banderas”, pues los presupuestos “deben garantizar ese salto a la independencia, así como una redistribución de la riqueza. No queremos unos presupuestos autonomistas que favorezcan, como ha ocurrido durante 30 años, que los ricos sean más ricos y los pobres, más pobres”.
Gabriel ha hecho un llamamiento a acabar la legislatura y gobernar bien, es decir, “poner todos los instrumentos necesarios al servicio de la autodeterminación. Nosotros no somos gente que faltemos a nuestra palabra”.
La diputada cupaire rechaza negociar el referéndum porque, en su opinión, supone quitar fuerza a las movilizaciones. Y advierte de que “no hay sustitutivos, pues queremos un referéndum, no consultas o procesos participativos”.
Puigdemont ha respondido marcando perfil, reprochando el veto a los anteriores presupuestos e instando a la CUP a no tener miedo a la “centralidad”, porque ello significa ampliar la base social del proceso secesionista. “Ustedes saben que tendremos muchos obstáculos fuera, pero evitemos los de dentro”, ha pedido el presidente catalán porque “si no no podremos convocar el referéndum”.