Los dirigentes soberanistas de Cataluña llevan semanas dando vueltas al asunto de la desconexión ante la evidente pérdida de fuerza del independentismo y la ausencia de una salida válida y realista para el procés que no decepcione a sus seguidores.
El Gobierno regional sigue en sus trece, aunque con matices. Primero fue la portavoz del Ejecutivo, Neus Munté, la que negó que la hoja de ruta incluya un referéndum unilateral. Ahora es el vicepresidente, Oriol Junqueras, el que está dispuesto a someter las tres leyes de desconexión a votación popular antes de las supuestas elecciones plebiscitarias de 2017. Cambio de rumbo y de estrategia.
Junqueras recuerda en una entrevista en Europa Press que "hay una hoja de ruta acordada" que pasa por unas elecciones plebiscitarias en 2017. El documento, sin embargo, es modificable si los cambios generan consenso entre soberanistas. Su última propuesta pasa por celebrar un referéndum que no sea 'sí' o 'no' a la independencia, sino que sirva para validar o no las tres leyes de desconexión que JxSí y la CUP están elaborando en el Parlament. Con esta modificación, el vicepresidente asegura que mejoraría la hoja de ruta, en palabras a Europa Press.
Que hable el pueblo
"Si tiene que haber un mecanismo de mejora, un referéndum antes de las próximas elecciones que sirva para ratificar la decisión del Parlament respecto a las tres leyes de desconexión y cuenta con consenso, nosotros encantados de la vida", ha concluido. De las tres leyes de desconexión, una deber servir para articular una Hacienda propia catalana --en la que nadie quiere trabajar--, otra la seguridad social y una tercera de transitoriedad jurídica, lo que los soberanistas ven como los tres pilares de una futura república catalana.
En la misma línea, Junqueras ha asegurado que es "totalmente razonable" que las entidades soberanistas hayan dado dos meses al Govern para que concrete cómo culminar el proceso soberanista para poder declarar la independencia. El vicepresidente ha advertido de que la Generalitat mantendrá el rumbo y confía en que el presidente, Carles Puigdemont, salga reforzado de la cuestión de confianza del 28 de septiembre, hecho necesario para dar estabilidad a la legislatura y culminar el procés.