Una imagen de archivo de Jaume Matas entrando en prisión / EFE

Una imagen de archivo de Jaume Matas entrando en prisión / EFE

Política

Toda la verdad sobre el ‘cante’ de Jaume Matas

El expresidente de Baleares tiene prisa por cerrar el acuerdo con Anticorrupción ante la certeza de una sentencia condenatoria por el ‘caso Nóos’

15 septiembre, 2016 00:00

Hoy por hoy, Jaume Matas sigue negociando con Anticorrupción. No hay acuerdo, pero en estos momentos, las negociaciones son más intensas que nunca. Ambas partes se han dado un plazo de 15 días para serenar las aguas y retomar el pulso de unos contactos que sitúan a Matas lejos de la cárcel y al PP en el ojo del huracán.

Fuentes relacionadas con estos contactos han explicado a Crónica Global que Matas quiere cerrar pronto un acuerdo ante la sospecha de que le pueda a caer encima una sentencia condenatoria por el caso Nóos. Si eso se confirma, su paso por la cárcel sería inacabable, dado que está imputado en otras seis piezas, cuyas eventuales condenas se acumularían.

Juego de estrategias

Matas sabe que el tiempo corre en contra de sus intereses. De hecho, ha intentando administrar el tiempo para su beneficio en base una estrategia procesal salpicada por negociaciones paralelas a dos, tres o cuatro bandas, y midiendo los tempos procesales a la búsqueda de una solución lo más beneficiosa posible para quien se sabe (y probablemente se va a declarar) cobrador profesional de comisiones por adjudicaciones torticeras de obra pública.

Todo empezó hace un año

Hace un año, Matas pidió audiencia al fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach. Lo hizo a través de su abogado, un exfiscal, quien, ya entonces, comunicó a Horrach que su cliente tenía la llave del calabozo: el expresidente balear pondría sobre la bandeja del fiscal la cabeza del PP, partido al que ya entonces atribuía (y atribuye) la orden de otorgar a OHL las obras del macrocentro asistencial de Son Espases, en Palma. A cambio, no a la cárcel.

Ahora si, ahora no

De eso hace un año. Pero en plena efervescencia de aquellos contactos, de repente, donde dijo digo, dijo Diego y, por sorpresa, siguiendo su particular estrategia de defensa, interrumpió los contactos y solicitó a la fiscalía unos meses de tregua.

Eso no cayó nada bien en el ministerio público que dirige Antonio Salinas. Sin embargo, Anticorrupción, especialmente en Baleares, está harta de identificar y acreditar solo a los técnicos y políticos de poca monta que han cometido buena parte de los numerosos casos de corrupción urbanística que se atribuye al PP en esa comunidad.

Por fin, y aunque fuera una por cuestión meramente coyuntural, Anticorrupción encontraba la oportunidad de llegar al “último responsable de los hechos”. Y eso, aunque se tuviera que tragar el sapo que supone soportar a un petulante Jaume Matas dando un pasito para adelante y otro para atrás; era un trofeo al que difícilmente se podía renunciar.

Matas vuelve al ataque

Por eso, cuando hace un mes Matas pide de nuevo retomar las negociaciones, el fiscal accede. Éstas se abren en secreto pero con el conocimiento de la cúpula de la fiscalía que en ningún momento las limitó ni las prohibió.

Fuente próximas al ministerio fiscal confirman que no hay acuerdo, efectivamente, como dice la fiscal general del Estado, pero “sí nos encontramos en un momento álgido e intenso de las negociaciones”.

Anticorrupción puede dejar a Matas libre de presidio, pero el expresidente balear estudia cómo y en qué forma “tiene que vender” a sus correligionarios de la calle Génova, sabedor de que los fiscales no van a comprar cualquier cosa.

La fiscalía atenta

La fiscalía se frota la manos porque está a un paso de llegar donde no se ha llegado nunca y porque, además, como en el caso de la pieza judicial por el llamado Palacete de Matas –en la que el expresidente balear está procesado por blanqueo de capitales- las pruebas contra el imputado son endebles: en el ordenamiento jurídico español el delito de enriquecimiento ilícito no está tipificado.

Tanto la jefatura de la fiscalía Anticorrupción como la propia Fiscalía general del Estado están al corriente de estas negociaciones.

Todo el mundo sobre aviso

Si se llega a un acuerdo, los jefes jerárquicos del fiscal balear lo visarán. Ese visado dará firmeza y hará inquebrantable el eventual acuerdo aunque los fiscales abandonen el cargo que ocupan en la actualidad.

Por cierto, y tal y como ha podido confirmar este medio en fuentes de la fiscalía general del Estado, Horrach dejará Anticorrupción para ingresar en la empresa privada el día 1 de enero de 2017.