Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) promete ser beligerante en su batalla contra los mega sueldos en las empresas del Ibex. Por ello, aprovecha cada arranque de curso parlamentario para presentar una iniciativa dirigida a limitar los desorbitados salarios de los directivos. Se basa en un modelo suizo fracasado, pues hace tres años, los vecinos de este país dieron un “no rotundo” a esa propuesta, impulsada por las juventudes socialistas, en un referéndum celebrado al respecto.

Pero ¿en qué consiste ese modelo suizo? Esa especie de salario máximo profesional parte de la base de que ningún directivo de ninguna empresa pueda cobrar en un mes lo que su trabajador gana en un año. Por eso se conoce popularmente como 1:12. La necesidad de regular esos sueldos astronómicos surgió tras conocerse el pago de bonus millonarios a directivos del banco UBS, que tuvo que ser rescatado por el Gobierno de Suiza en 2009. Asimismo, se desveló que algunas multinacionales pagaban a sus consejeros delegados 200 veces más que el salario del empleado peor retribuido.

Economías planificadas

Los ciudadanos suizos rechazaron la imposición del modelo 1:12 por 65% de votos en contra y el 35% a favor. Y si bien es cierto que, como asegura ERC en la proposición no de ley presentada recientemente en el Congreso, diversos países europeos han abierto el debate sobre la limitación de sueldos, también lo es que nunca se han llegado a aplicar esas restricciones, propias de economías planificadas. “Los directivos del Ibex ganan 25 veces más que sus trabajadores”, denuncia el diputado Jordi Salvador, ponente de la propuesta. Algo que, a juicio de los republicanos, resulta obsceno a tenor de los estragos causados por los recortes en gasto social y la crisis económica.

En efecto, algunos sueldos son estratosféricos: Florentino Pérez (ACS), Javier Marín (Banco Santander) e Íñigo Meirás (Ferrovial) han llegado a ganar seis millones de euros en un año, es decir, 115 veces el salario medio de sus trabajadores.