El emperador de Japón, Akihito (82 años), ha anunciado este lunes en un mensaje televisivo que abdicará. Su mensaje ha sido claro: sus problemas de salud, que han incrementado en los últimos tiempos, le impiden asumir “responsabilidades importantes” y eso dificulta ejercer de jefe del Estado, algo que podría tener “efectos adversos para la sociedad”.
Por ello se prepara para ceder el Trono del Crisantemo a su hijo Naruhito. La transición no será sencilla, ya que la legislación que afecta a la Casa Real japonesa no contempla la abdicación. El Parlamento nipón deberá reformar las normas.
Vídeo de 10 minutos
El vídeo de 10 minutos que ha sido filmado en el Palacio Imperial es insólito ya por si mismo. Se trata de la primera comunicación de este tipo que realiza Akihito desde que accedió al trono en 1990.
La última ocasión en que un soberano de Japón renunció al trono fue hace 200 años. El emperador Kokaku también abdicó en 1817 a favor de su hijo, Ninko.