La CUP parece que está en contra de los carteles indicativos en castellano. El partido político ha iniciado su particular campaña virtual en redes sociales en oposición a las obras del edificio Henkel --situado en la manzana entre las calles Córcega, Sicilia y el Pasaje Mariner de Gracia--, que se convertirá en un gran hotel.

Desde el inicio de las obras, el pasado 14 de junio, la cuenta de Twitter de la CUP Eixample ha sido un goteo incesante de tuits en los que carga contra el futuro proyecto, contra sus propietarios, contra la promotora de las obras y contra el Ayuntamiento de Barcelona.

#EnCatalán

En el último, publicado este martes, la CUP cuelga tres fotografías de diferentes señales de obras que alertan a los vecinos de peligros y modificaciones en el tráfico debido a la construcción del hotel. Lo que ha molestado al grupo parlamentario es que se encuentran en lengua castellana.

“La promotora de las obras Henkel debe pensar que las vecinas no entendemos el catalán. #BastadeHoteles #EnCatalán” tuitean en esta lengua. No es el único mensaje crítico con el idioma que lanzan a la constructora: otro de los 19 tuits que dedican a cargar contra el nuevo hotel también critica que traduzcan el nombre de la calle Nàpols por Nápoles.

“Mafia hotelera”

Además de la desaprobación de la lengua en la que se expresa la promotora, la CUP tampoco acepta el hecho de la construcción en sí. “Paremos la masificación turística”, “el turismo mata los barrios”, “la mafia hotelera dice: la calle es mía” o “la promotora ya se ha hecho suyo el pasaje Marinero” son algunos de los mensajes dirigidos a los propietarios de las obras.

A ellos también les dedica un espacio: “Javier Faus y Adalberto Cordoncillo son los que quieren derrumbar el edificio Henkel para especular”. En la línea de actuación de los okupas del Banc Expropiat, cuando desvelaron el nombre del propietario del local desalojado y convocaron un escrache en sus oficinas del Paseo de Gracia.

Las críticas en las que la CUP basa otros tuits se centran en aspectos normativos, como si se puede trabajar en sábado “si la normativa del Ayuntamiento dice que no” o si se puede cortar una calle sin dejar paso alternativo a los peatones. “La mafia hotelera lo hace”. En otros, aplaude las pintadas que imperan en las lonas que rodean el edificio en obras. “¡Hacéis muy buena letra!”, escriben bajo las fotos de los grafitis. Eso sí: en catalán.