Junts pel Sí y la CUP han fracturado el Parlamento catalán este miércoles con la votación que ha dado luz verde a la denominada “desconexión con España”. El proceso pasa por la creación de una Asamblea Constituyente formada al margen de la Cámara cuyas conclusiones serán de obligado cumplimiento para todas las instituciones, personas físicas y jurídicos y no atenderán a la legislación vigente ni en Cataluña ni en España.
Lo han hecho con los 72 votos de las formaciones independentistas y con todos los diputados de Ciudadanos, el PP y buena parta de la bancada socialista fuera del hemiciclo. El líder del PSC Miquel Iceta, ha permanecido en el escaño junto a otros representantes electos del partido (una minoría de los 16) sin participar en la votación.
Rechazo de CSQEP
De la oposición, solo los 11 diputados de CSQEP han mostrado su rechazo a las conclusiones de una comisión en la que participaron pero que no pudieron cambiar ni una coma en el texto final. Junts pel Sí y la CUP rechazaron todas sus propuestas.
La imagen de la espantada de la oposición ha sido tan inaudita como los términos del texto que ha salido adelante. El dictamen, entre otras cosas, ya cuenta con el rechazo del Tribunal Constitucional.
Imposición de criterio
“No tienen derecho a situar el Parlamento fuera de la ley, es de todos”, ha manifestado durante el debate Iceta. Ha alertado de que tras la votación se estaba “más cerca de un conflicto que muchos no queremos” y aseguró que el proceso que se pone en marcha es muchas cosas menos transparente y transversal. “Hay una mayoría de independentistas que han impuesto su criterio”.
Una apreciación en línea a la que ha hecho el portavoz de la confluencia entre ICV-EUiA, Podemos y los comunes, Joan Coscubiela: “Dos grupos parlamentarios le dicen a las instituciones catalanas qué deben decidir, cómo lo deben hacer, en qué fases y sus decisiones finales no las controlará nadie; es puro dirigismo al más viejo estilo”. “La independencia es tan legítima como la opción federal o la confederal”, sentenció.
Ciudadanos y PP
La líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, cargó más las tintas en su discurso al tildar de “absoluta vergüenza” el proceso que se ha puesto en marcha. “Estamos en un país democrático de la Unión Europea del siglo XXI que debe cumplir las normas y estar sometido a los tribunales”, recordó.
Incluso provocó la ira de los representantes de la CUP al asegurar que se han destinado más esfuerzos a conseguir tirar adelante el dictamen que se ha sometido a votación que en avanzar en la comisión de investigación sobre la corrupción que lideran los antisistema.
El PP, a su vez, también ha manifestado que se incurría en un “acto antidemocrático” al plantear un proceso que está “al margen de la legalidad y del estado de derecho”, en palabras de Xavier García Albiol. Ha recordado a Carles Puigdemont que era un presidente “sin Presupuestos y acollado a los independentistas de la CUP”.
Moción de confianza
Aunque con la votación del dictamen, el primer paso para la creación de la Asamblea Constituyente, el líder de CDC podría tener más cerca el proyecto de cuentas públicas. De hecho, se ha asegurado superar la moción de confianza a la que se someterá el próximo 28 de septiembre con los votos favorables de la CUP.
La portavoz de los radicales en la sesión, Gabriela Serra, ha pedido que nadie les amenace porque no tienen “miedo” de las consecuencias del referéndum unilateral de independencia que persiguen; , mientras que la representante de JPS, Marta Rovira, prometió “facturas eléctricas más baratas para las empresas, acabar con la pobreza energética, tirar adelante el Corredor del Mediterráneo y que bancos o nucleares aporten más” con un estado propio.
El próximo paso que deben dar los independentistas es la creación de la Asamblea. Ni siquiera se conoce cuál será el proceso de elección de sus miembros.