Hoy continúa el congreso de refundación de CDC. El fiasco del nuevo nombre del partido no solo ha dejado un mal sabor de boca en quienes pretenden pilotar la transición, es decir, los miembros del aparato convergente saliente, sino que ha provocado un fuerte bronca a nivel interno.
La rebelión de la militancia, que ha canalizado su malestar por la “manu militari” de Artur Mas rechazando el nomenclátor propuesto –Més Catalunya o Catalans Convergents--, ha enfrentado a Francesc Sánchez y Jordi Cuminal. El primero, coordinador de régimen interno de CDC, reprocha al segundo, responsable de comunicación, que hiciera una propuesta de nomenclátor basada en sus propios asesores sin tener en cuenta otras opiniones, incluidas las del propio Sánchez.
"Equivocación"
Si bien es cierto que el diseño de los dos nombres ha sido elaborado por personas vinculadas a Cuminal, resulta increíble que el resto de la ejecutiva convergente desconociera la propuesta. Algo más lógico es el enfado de la militancia, que se enteró del nomenclátor en el mismo cónclave y a través de los medios de comunicación, lo que obligó a Jordi Cuminal a entonar un “mea culpa” ante los congresistas que auguraba el vendaval que vino después. El exalcalde de Barcelona, Xavier Trias, se ha sumado a esa autocrítica y ha tildado de “equivocación” el proceso seguido para la elección del nombre. Ha admitido que no le gusta ninguno de los dos nombres propuestos. Por su parte, el consejero de Cultura, Santi Vila, ha manifestado en declaraciones a RAC1 que "dentro de este espacio hay gente muy inquieta, con muchas ideas y con un bagaje muy rico, y ponerte en manos de una empresa que te haga un par de propuestas no acaba de ir lo bastante bien. Se podría haber hecho francamente mejor".
Gordó propone Convergents
Mientras, circulan propuestas alternativas. Desde el sector crítico de Germà Gordó se propone Convergents, mientras que Reagrupament, la formación independentista aliada con los convergentes, sugiere Catalunya Estat. Otro de los nombres con más posibilidades es Junts per Catalunya.
El cónclave de refundación continúa hoy con el debate de las bases ideológicas y la estructura organizativa de la nueva CDC. El documento oficial habla de una formación centrista y soberanista, que no renuncia a la independencia dentro de la UE. La discusión sobre la incompatibilidad entre cargos institucionales y del partido augura una nueva tormenta en el congreso. Artur Mas pretende pasar por alto esta exigencia de la miitancia para colocar como vicepresidenta a la actual consejera de Presidencia Neus Munté, algo que ha sublevado a las bases junto a la desaparición de la figura de la secretaría general, que diluye la trasversalidad de la futura ejecutiva.