Un día después de que la CUP forzara una cuestión de confianza del presidente Carles Puigdemont al vetar los presupuestos, el Gobierno catalán ha rendido pleitesía a los antisistema. En respuesta a una pregunta formulada por los cupaires en la sesión de control celebrada en el Parlamento catalán, el consejero de Asuntos Exteriores, Raül Romeva se mostrado contrario a la presencia del Ejército en Cataluña y calificado de “prepotente” y “anacrónica” las maniobras realizadas en una zona colindante al barrio de Sarrià de Barcelona.
"Demostración de fuerza"
La CUP ha denunciado esos entrenamientos castrenses que, según Romeva “no caben en Cataluña”. El titular de Exteriores y Relaciones Institucionales cree que la maniobra es “una demostración de fuerza innecesaria”, por lo que “es voluntad que esto no se repita”. Ha recordado la denuncia “contundente” que hizo el Gobierno catalán al tener conocimiento de esas maniobras que, según los antisistema, afectaron al desarrollo normal de las clases de varios colegios de la zona. Según el consejero, --exeurodiputado ecosocialista-- tener un Ejército no es una prioridad en la construcción de un Estado propio catalán.
Romeva se posiciona así con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, contraria también a la presencia del Ejército en esta comunidad.