Carles Puigdemont intenta ocultar el fracaso que supone someterse a una cuestión de confianza en otoño, tras el veto presentado por la CUP a sus presupuestos, desviando la atención hacia la política española, que considera más convulsa que la catalana por la imposibilidad de formar gobierno.

El revés sufrido por el presidente catalán ha centrado la sesión de control del Ejecutivo autonómico celebrada en el pleno del Parlamento catalán. Mireia Boya, de la CUP, ha reiterado que su grupo se siente “corresponsable, pero no culpable” de la cuestión de confianza planteada, por lo que mantiene la oferta de seguir trabajando a favor de la independencia. Consideran los antisistema que el veto a los presupuestos no frena esa colaboración. Boya se ha interesado por los escenarios que se pueden abrir a partir de las elecciones generales y ha abogado por una desconexión vía una declaración unilateral de independencia (DUI).

Referéndum

Puigdemont ha dicho que si el 26J ganan las fuerzas a favor del referéndum, se abre un escenario diferente, aunque “tengo pocas expectativas, pues me temo que se repetirán los resultados del 20D (victoria del PP). Pero ha precisado que “las decisiones se toman en Cataluña, no estamos supeditados a la política española”.

Respecto a la oferta de colaboración de la CUP, ha recordado que “los mejores puentes son los que no se dinamitan” y ha rechazado la DUI porque “apostamos por el pacto para celebrar un referéndum”.

Por parte del PP, Xavier García Albiol, ha reprochado a Puigdemont que retrase su cuestión de confianza hasta septiembre. Albiol cree que esa “confianza diferida” forma parte de un “circo” sobre un proceso secesionista “que ha muerto”.

"Cautivo y desalmado..." 

Puigdemont ha contestado que “quien decide la cuestión de confianza es el presidente” y ha advertido de que, si la planteara antes, coincidiría con la Diada “y a usted tampoco le gustaría”. El dirigente convergente ha respondido que es la política española la que ha sido incapaz de formar Gobierno, tras recordar que Mariano Rajoy “ni siquiera ha podido someterse a una investidura”. “Sus palabras me recuerdan aquello de ‘cautivo y desalmado el ejército independentista…’, ha replicado Puigdemont a Albiol, en alusión al parte franquista que dio por finalizada la guerra civil española.

Lluís Rabell, de CSQP, ha reprochado a Puigdemont que la política social siga postergada por culpa de la hoja de ruta secesionista “que se ha demostrado inviable e inoperativa”. Por ello, ha preguntado si ese itinerario secesionista cambiará. “Si opta por el inmovilismo, a nosotros no nos encontrará”. Ha advertido.

Por el contrario, Puigdemont ha dicho que el procés es viable porque la avala una mayoría electoral, mientras que en septiembre, cuando tenga lugar la cuestión de confianza, “quizá lo que se demuestre es que lo inviable es un referéndum”, en alusión a la propuesta de Podemos.

Tacticismo

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, considera que esa prueba a la que se someterá Puigdemont es una solución “táctica” tras una “severa derrota política, que no ha supuesto una victoria para nadie”. El socialista ha afeado al presidente catalán que solo negociara con la CUP, a la que no considera culpable del fiasco, y no con el resto de la Cámara catalana. Y le ha pedido que cambie de rumbo para que “gane usted, pero también Cataluña”.

El mandatario catalán ha dicho que el diálogo es bueno y le ha cogido la palabra a Iceta. Aunque ha pedido que “también se examinen ustedes, pues con su enmienda a la totalidad, también impidió debatir los presupuestos”.

La presidenta del grupo parlamentario de Ciudadanos, Inés Arrimadas, considera demostrado que no se puede tener estabilidad apostando por la ruptura con España. Ha pedido a Puigdemont que no prolongue la agonía y no espere al otoño para someterse a la cuestión de confianza. “Los problemas de los catalanes no pueden esperar”, ha subrayado.

De nuevo, Puigdemont ha desviado la atención hacia la “inestabilidad” de la política española, de la que ha responsabilizado a Ciudadanos. “¿Usted cree que los dos millones de personas que han votado la independencia están fuera del sentido común?”, ha preguntado.