El aparato de CDC exigió al presidente Carles Puigdemont “tolerancia cero” con la CUP en materia presupuestaria para evitar que, en plena campaña del 26J, el partido se viera obligado a negociar y hacer concesiones a los antisistema en materia fiscal.
El pasado lunes, según ha podido saber Crónica Global, el candidato de CDC a las elecciones generales del 26 de junio, Francesc Homs, aprovechó la reunión de la ejecutiva de su partido para exigir que no se hiciera ninguna concesión a la CUP desde el Gobierno catalán. A esta petición, que según fuentes próximas a Junts pel Sí se realizó de forma muy contundente, se unieron otros miembros del aparato convergente. El presidente catalán tomó nota de esas instrucciones, que tuvieron lugar un día antes de que los antisistema se reunieran para confirmar su veto a los presupuestos de la Generalitat, dando la puntilla al acuerdo de legislatura que mantenían con JPS desde enero. Pero los convergentes ya habían dado por perdido el apoyo de los cupaires, de ahí ese mensaje de “tolerancia cero” con la CUP.
Consigna electoral
Sin embargo, según las mismas fuentes, esa consigna tenía un marcado acento electoral. Homs no deseaba una campaña que transcurriera en paralelo a una negociación de enmiendas con la CUP.
Dicho de otra manera, que para el dirigente convergente, el peor escenario posible es que los presupuestos superaran el debate a la totalidad que tuvo lugar ayer en el Parlamento catalán, pues eso obligaría a Convergència a sumergirse en una toma y daca con los antisistema en el que, como en toda negociación, obligaría a su partido a hacer concesiones. Por ejemplo, subir el tramo autonómico del IRPF a quienes tienen rentas superiores a los 100.000 euros. Una medida que ERC ve bien, pero que el ideario liberal y conservador de CDC rechaza.
Intereses comunes
Y es que las tribulaciones presupuestarias de la Generalitat han dado lugar a un escenario curiosísimo en el que tanto Homs como la diputada de la CUP, Anna Gabriel, han encontrado un lugar común: el deseo implícito de que las cuentas presentadas por el vicepresidente económico, Oriol Junqueras, no prosperaran.
Para Gabriel, el veto hace visible que el sector más intransigente de los antisistema no "ceda" ante los más "blandos" de la CUP que querían pactar con JPS. De hecho, la reunión del martes demostró la fuerte división que ese asunto genera en el partido.
Pactar con el PSC
Para Francesc Homs, el bloqueo de los presupuestos implica un fracaso de Junqueras, es decir, de ERC, que se ha convertido en su principal rival electoral, tanto de cara al 26J como si se produce un adelanto electoral en Cataluña. Algo que, en realidad, no conviene a nadie y Puigdemont descarta de momento. Entre otras cosas porque se augura una alianza de la izquierda entre ERC, CUP y la órbita catalana de Podemos que puede ser demoledora para CDC.
El fiasco presupuestario, tal como adelantó este diario, permitiría a CDC ralentizar un proceso secesionista condenado al fracaso y sustituir a la CUP por el PSC. El propio Homs apuntó esta posibilidad recientemente, aunque, a día de hoy, las relaciones entre convergentes y socialistas son nulas.