Hillary Clinton y Donald Trump hace tiempo que incorporaron Snapchat a sus campañas. El presidente francés François Holland o su homólogo argentino, Mauricio Macri, se comunican con sus seguidores a través de esta red social. Por el contrario, ningún político español utiliza todavía esta app, que arrasa entre los jóvenes y amenaza la hegemonía de Facebook e Instagram.
El libro Snapchat en política. Transformando la comunicación social, publicado por We, Observatorio de Comunicación social, aborda esa nueva herramienta de propaganda, desconocida aún entre nuestros dirigentes.
Cien millones de usuarios al día
La aplicación, que tres estudiantes de la Universidad de Stanford lanzaron en 2010, permite hacer fotografías y vídeos –conocidos como snaps--, añadir textos y dibujos, y enviarlos a la lista de contactos personales. La particularidad es que los usuarios pueden controlar el tiempo durante el que este material será visible (de 1 a 10 segundos de duración).
En diciembre de 2015, Snapchat llegaba a los 100 millones de usuarios activos al día, los cuales pasan un promedio de 25 a 30 minutos diarios en la aplicación. Snapchat también ha cambiado el modo de ver vídeos e imágenes, pues ha impuesto el formato vertical --acorde con los teléfonos móviles--. Un formato cuya narrativa está asociada a la conversación personal, no profesional.
Como Twitter en 2008
El libro, escrito por el asesor de comunicación Antoni Gutiérrez-Rubí y el politólogo Xavier Peytibi, analiza el uso de esa red social en las campañas electorales de Bernie Sanders o Hillary Clinton. Una red que es utilizada con normalidad en la Casa Blanca o en el Gobierno argentino de Mauricio Macri. Los autores explican el impacto que supuso la entrada del presidente François Hollande en Snapchat o cómo algunos ayuntamientos franceses utilizan esta esta red para explicar lo que ocurre en sus ciudades.
Por el contrario, ningún político español ha incorporado todavía Snapchat. O al menos no lo ha hecho público. "El motivo es el desconocimiento, o que en España el uso de esta app no es tan común. O que el público objetivo de sus votantes no son los más jóvenes. Pero el principal motivo es el primero. Es como Twitter en 2008: nadie lo conocía, o casi nadie", explica Gutiérrez-Rubí a Crónica Global. "El futuro dirá –añade-- si en unos años su uso se hace exponencial, como parece que está ocurriendo ya, o es sólo una moda. En cualquier caso, sea o no una moda, es lo que ahora se usa, y donde está la gente. Y los candidatos deberían estar donde está la gente".
No tienen edad de votar
De la importancia que va adquiriendo Snapchat da idea el hecho de que muchos usuarios que no tienen edad de votar utilizan esta red para seguir las campaña de las elecciones americanas. En la actualidad, el 60% de los estadounidenses entre 13 y 34 años está en Snapchat. "La gente quiere los contenidos interesantes. Y para quien esté interesado en la política, por supuesto, puede seguir elecciones en otros países vía Snapchat. Al igual que puede buscar información por internet", indica Gutiérrez-Rubí.
El experto en comunicación subraya las ventajas de esas red: "En primer lugar, el público es mayoritariamente joven (en ninguna otra plataforma online la diferencia generacional es tan grande). En segundo, la creatividad de los contenidos creados hace que puedan difundirse en otras redes sociales. Y en tercer lugar, Snapchat va de ingenio y de rapidez, de realidad. Es mucho más creíble un contenido en esta red que en ninguna otra".