La disidencia política en Cataluña tiene un elevado precio. En las últimas semanas, la subdelegada del Gobierno en Lleida, Inma Manso (PP), está siendo víctima de una campaña de acoso por parte de miembros del colectivo antisistema en la Universidad de Lleida (UdL), donde imparte clases de la asignatura Gestión del Conocimiento.
Un grupo antisistema --entre los que hay alumnos de la universidad y personas ajenas al centro-- mantiene okupado el despacho del rector, Roberto Fernández, desde el pasado 17 de mayo. Los okupas exigen la expulsión de la profesora asociada por desaprobar las políticas que aplica el Gobierno central --especialmente en la crisis de los refugiados--, y reclaman la dimisión del propio rector por defender a Manso.
La campaña ha incluido todo tipo de boicots y escraches contra la profesora, a la que también han amenazado e insultado. Incluso se han producido agresiones contra diversos periodistas que cubrían el encierro. Los alborotadores consideran que esas acciones forman parte de su ejercicio del derecho de libertad de expresión.
"Inma Manso fascista"
Los hechos se remontan a abril del 2015, cuando aparecieron en las primeras pintadas en la universidad contra Manso. La Asamblea de Estudiantes de Letras --epicentro de las movilizaciones contra la profesora, junto al Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC)-- colgó unos carteles en los que tildaba a Manso de fascista.
Un año después, volvieron a aparecer pintadas y carteles con los lemas "Inma Manso fascista" e "Inma Manso fuera de la universidad".
Huida de clase tras un asalto
El día 19 de abril, una quincena de personas --entre ellas, algunos alumnos-- irrumpió en la clase de la subdelegada del Gobierno al grito de "fuera fascistas de la universidad", y varias de ellas se encararon con los estudiantes presentes y con la profesora, amenazando con agredirla. Manso se vio obligada a huir y, con la ayuda del personal de la universidad, consiguió refugiarse en el despacho del rector, mientras los acosadores bloqueaban la salida. El rector intentó dialogar con ellos pero, ante la actitud violenta de los manifestantes, reculó, y la profesora solo pudo abandonar el centro escoltada por los Mossos d'Esquadra.
Tras estos hechos, la profesora, de acuerdo con el rectorado, decidió solicitar protección. Desde el día 25 de abril, Manso empezó a acudir a clase con una escolta proporcionada por los Mossos d'Esquadra, mientras los acosadores la esperaban para increparla.
El rector envía mediadores
A principios de mayo, se intensificaron las movilizaciones contra Manso. Grupos de manifestantes repartieron panfletos y colgaron carteles y pancartas contra la profesora, contra el rector y contra la presencia de policía en la universidad.
Paralelamente, el rector, el vicerrector y la decana de la Facultad de Letras trataron de negociar con los acosadores, con quienes se reunieron en diversas ocasiones. También nombraron a dos profesores como mediadores. Pero todos los intentos de diálogo fracasaron.
Carga contra los Mossos
El 17 de mayo, durante una concentración convocada por la asamblea de letras, los manifestantes --alrededor de 20 personas-- decidieron dirigirse al aula donde está dando clase Manso y, en los pasillos, cargaron contra la línea policial en defensa de la profesora formada por varios Mossos d'Esquadra. Unos incidentes que terminaron con la detención --durante unas horas-- de uno de los asaltantes.
La respuesta de los antisistema fue okupar el despacho del rector, donde un grupo de ellos sigue atrincherado desde entonces.
Agresión a periodistas
El jueves pasado, varios okupas agredieron a los periodistas de TV3 que acudieron a cubrir el intento de negociación por parte de profesores de la universidad. Los acosadores echaron a los periodistas de la sala entre empujones y amenazas. Entre los protagonistas del ataque se encontraba el rapero Pablo Hasél, condenado en 2014 a dos años de prisión por un delito de enaltecimiento del terrorismo.
El rector ha condenado estos "hechos violentos" y ha señalado que la mayor parte de los que siguen parapetados en su despacho no son alumnos del centro. Fernández les ha calificado de "irreductibles", de "una radicalidad extrema" y con "unos objetivos políticos que nada tienen que ver con la universidad".
Más de un mes escoltada
Aunque hasta ahora se ha descartado instar a las fuerzas de seguridad a que desalojen a los okupas, el lunes está convocado un consejo de gobierno extraordinario de la universidad en el que se decidirá qué medidas tomar.
En todo este tiempo, Manso --que lleva diez años dando clase en esa universidad y que imparte una asignatura que nada tiene que ver con la política-- ha minimizado sus declaraciones públicas sobre esta cuestión. Se ha limitado a calificar los hechos de "lamentables" y "muy graves", a la vez que ha apelado a resolver la situación con "tranquilidad". Mientras tanto, sigue acudiendo escoltada a su trabajo como docente.