El ambiente en el Palau de la Generalitat comienza a ser irrespirable. A las diferencias entre CDC y ERC se suma ahora la bronca interna entre los propios consejeros convergentes.
Según ha podido saber Crónica Global, la decisión de la consejera de Presidencia, Neus Munté, de encargar a altos cargos de ERC la elaboración del Plan Nacional para el Audiovisual, ha indignado al consejero de Cultura, Santi Vila, quien considera que esa cuestión forma parte de sus competencias. Y así se lo hizo saber a Munté en un encuentro que fue, cuando menos, tenso.
Lucha por el control mediático
Que un hombre moderado como Vila reaccionara de esta manera, pidiendo explicaciones a una compañera de partido, es muy sintomático. La convivencia entre convergentes y republicanos se ha deteriorado en los últimos meses a causa de la debilidad interna de los primeros y de los continuos guiños hacia la CUP de los segundos, como se ha podido comprobar en el azaroso episodio de los presupuestos.
En ese malestar entre los socios de gobierno tiene mucho que ver la pugna por el control mediático, en la que ERC saca delantera a CDC. De ahí el enfado convergente ante el hecho de que uno de los suyos, en este caso Munté, dé alas a los republicanos.
Reivindicación del sector
La elaboración de este Plan Nacional, que está llamado a ser un Libro Blanco de un sector estratégico que mueve al año más de 500 millones de euros y da empleo a unas 12.000 personas, ha sido encomendado al secretario general y al director general de Comunicación de la Generalitat, Miquel Martín Gamisans y Jordi del Río, respectivamente.
Ambos fueron propuestos por ERC para ocupar sus actuales cargos. Se trata de un proyecto que Junts pel Sí llevaba en su programa electoral. Cataluña acapara el 40% de la producción audiovisual de toda España. La elaboración de ese Libro Blanco es una vieja reivindicación del sector.
Recientemente, el presidente de Productores Audiovisuales Federados (PROA), Raimon Masllorens, presentó en el Parlamento catalán una propuesta para reflotar el sector, que a su juicio, pasa por redefinir TV3, cuya plantilla considera “absolutamente sobredimensionada”, potenciar la internacionalización de las producciones catalanes y desgravaciones fiscales para los rodajes en Cataluña.