El Gobierno de Ada Colau ha rectificado este martes sobre su intención de comprar la oficina bancaria que estaba okupada en el barrio de Gràcia y cuyo desalojo ha generado disturbios en la zona. Pocas horas después de proponer la compra como una opción, el concejal del distrito, Eloi Badia, ha rectificado al considerar que el precio de venta es inasumible para las arcas municipales.
Badia, cuya gestión del conflicto ha sido muy criticada, afirmó que el dueño del local pretendía recuperar el millón y medio de euros que invirtió en su día en comprar el inmueble. También detalló que la idea expuesta por la mañana por el equipo municipal no pasaba por adquirir el inmueble como patrimonio público.
Colecta para pagar el inmueble
El equipo liderado por Colau pretendía que las entidades del barrio que usaban el denominado Banco Expropiado organizaran una colecta para ejecutar la operación con el aval del Ayuntamiento. El problema de este plan es que solo era factible si la propiedad estaba de acuerdo en una venta “a precio de saldo”. Algo que no será posible.
Como resolución del conflicto, que se reactivó de forma más tranquila el domingo pasado, el Gobierno municipal insiste en mantener las negociaciones abiertas con los colectivos okupas y las entidades vinculadas en la gestión del local para buscar.
Local alternativo
Badia insistió en que la propuesta más realista pasaba por buscar espacios alternativos de propiedad municipal en los que este colectivo se pueda instalar.
Por el momento, las conversaciones no llegan a buen puerto. El colectivo okupa mantiene que su intención es recuperar el local del que fueron desalojados.